Vaneza Caycho lleva la carpintería digital a la robótica

 

Por: Francisca Muñoz R, Diario Financiero

Vaneza Caycho, nació en Chorrillos, Perú, lugar donde creció rodeada de carpintería tradicional debido a que su abuelo tenía su taller en casa. Actualmente está trabajando para dar el salto de la carpintería digital a la robótica, con el uso de un brazo programable que automatiza tareas de trabajo en madera.

“Vengo de una herencia de familia de carpinteros, desde chiquita ayudaba a mi abuelo con sus herramientas manuales y aprendí la pasión por el arte de este oficio”, dice Caycho. A los seis años realizó su primer trabajo en madera, construyó una silla para su bicicleta para transportar a su hermano recién nacido.

Cursó sus años escolares en un colegio religioso de mujeres, donde no pudo desarrollar su gusto por la carpintería porque era considerado un oficio de hombres. “Me enseñaban costura y mecanografía, cuando quería clavar no tenía espacio, entonces los fines de semana trabajaba en el taller con mi abuelo”, cuenta.

Decidió estudiar arquitectura porque la carrera contaba con cursos especializados en madera. “La mayoría de mis compañeros eran hombres, pero me motivó la profesora que rompía paradigmas, nos llevó a obras, se ponía su casco y sus botas y yo pensaba que nuestro género también podía participar”, comenta Caycho.

Tras egresar empezó a trabajar en el retail donde armaba muebles de madera para tiendas, pero “quería algo más innovador y no lo encontraba”, afirma.

Carpintería digital
En 2011 conoció los fab labs -laboratorios de fabricación digital con máquinas computarizadas de producción- y se convirtió en voluntaria durante un año y medio en el laboratorio de investigación de la Universidad Nacional de Ingeniería en Lima, que es parte de la red del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Aprendió a usar la máquina de control numérico (CNC) y estudió los procesos de la nueva tecnología de manufactura digital.

“Hice el click y despertó algo en mi cerebro, esto es lo que quiero hacer, lo que mi abuelo hizo durante tantos años, pero moderno”, afirma.

Consiguió una beca en Fab Academy -curso mundial de fabricación digital- de la plataforma del MIT y creó “Rolling Piano” -un mueble interactivo que involucró todas las tecnologías aprendidas, como programación, placas láser, tarjetas electrónicas, impresión 3D, corte router, sensores, entre otros- para su proyecto final.

El piano musical en forma de rueda destinado a niños, mezcló ingeniería en el diseño. “Durante su construcción fue la primera vez que me sentí discriminada, todos hacían cosas revolucionarias para el mundo, e incluso para la NASA, y yo hacía un mueble porque el aprendizaje me parecía enriquecedor”, comenta. Sin embargo, el “Rolling Piano”, fue elegido dentro de los diez mejores proyectos, de 150. Hito que le permitió salir en revistas internacionales y validar su trabajo.

En 2015, de regreso en Perú, postuló con su proyecto de muebles interactivos y personalizados, a Startup Perú del Ministerio de Producción de ese país, símil del programa Start-Up Chile de Corfo, donde se adjudicó un capital semilla de US$ 15 mil y creó IFurniture: Carpintería Digital, una startup que combina un modelo híbrido de elaboración de mobiliario, con tecnología y fabricación digital.

“Descubrí mi camino, no necesitaba que nadie me contratara, yo misma iba a crear mi marca y la iba a insertar en el mercado del consumo”, dice Caycho.

Dos años después ganó un fondo empresarial de US$ 40 mil y fue invitada a participar al concurso organizado por el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Taiwán en 2018, donde ganó la categoría de Mujer Emprendedora a nivel mundial.

En 2017, Caycho fundó la red de Diseñadoras Mujeres en su país para fomentar la llegada del género femenino al área industrial, un sector dominado por hombres, en el las mujeres no se sienten invitadas. Abrió un programa para enseñarles a diseñar y operar las máquinas.

“Las mujeres deben insertarse en la industria para que sus conocimientos no queden archivados en el laboratorio”, señala.

Carpintería robótica
Durante 2019 y 2020 realizó una maestría en Ciencias del Diseño en la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile. Con su tesis en procesos híbridos de carpintería tradicional y digital, logró comprobar que con máquinas digitales un carpintero realiza cortes un 70% más rápido y con una precisión del 95%.

En esta institución comenzó su exploración para programar un brazo robótico para tareas de lijado, idea que llevó a su país y está en conversaciones con universidades para automatizar ciertas operaciones en madera.

“El brazo robótico está relacionado con el siguiente escalón, la carpintería robótica que viene después de la digital, cuando entra un robot y se alcanza una manufactura más automatizada para mejorar los procesos de carpintería”, explica Caycho.

A futuro proyecta agregar nuevas funciones al brazo robótico -como atornillado, sopleteado, mecanizado de la madera y martillado de goma- y llegar a Estados Unidos.