Por: Valentina Llompart, Diario Financiero.
La subgerente de Sostenibilidad de Fundación Chile (FCh), Ulrike Broschek nació en Estocolmo, Suecia. A los 15 años se mudó con su familia a Chile y hoy, a poco menos de tres décadas de su aterrizaje en el país, su acento es completamente local, nadie imaginaría que viene de otra geografía.
“No me manejaba nada con el español, y la gente me decía que tenía un acento raro, algo que he podido trabajar en estos años y ahora es casi imperceptible”, comenta.
““Hay mucha presencia femenina en los equipos de trabajo (en agua), pero al llegar a los espacios de liderazgo, hay muy pocas”.
Ulrike Broschek
La hoy especialista en agua y Líder de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 (EH2030), dice que esta temática no siempre fue lo suyo. Desde pequeña tenía una “gran vocación social”. Primero pensó en canalizarla a través de la Medina, porque quería unirse a la Cruz Roja y trabajar en África ayudando a los niños. Sin embargo, durante sus últimos años escolares esto cambió.
“Había muchas personas que querían estudiar Medicina, y justo conocí la posibilidad de estudiar una carrera completamente diferente, que era Química Ambiental. Mi pensamiento fue: estudio algo que todos quieren, o me voy por un camino por el medio ambiente y el planeta, algo que menos personas querían estudiar en ese entonces”, afirma.
La química
En 2001, Broschek entró a estudiar Química Ambiental en la Universidad de Chile. Sus años universitarios los recuerda llenos de desafíos, ya que “era una carrera difícil, muy teórica, además de que nadie la conocía porque era muy nueva, entonces ni yo ni mis compañeros sabíamos en qué podíamos trabajar”.
Cuenta que la carrera tenía tres líneas de especialidad: gestión hídrica, gestión atmosférica y suelos. Ella optó por la primera, lo que sería el puntapié inicial de su carrera profesional, la que ha estado ligada por casi dos décadas a la Fundación Chile (FCh), entidad público-privada que busca impulsar el desarrollo y crecimiento sostenible.
Cuenta que llegó a la fundación para realizar su tesis en el desarrollo de tecnologías para tratar aguas con contaminantes en 2004 y tras titularse aceptó quedarse para trabajar en la misma línea de su tesis.
“Me llegaban muestras al laboratorio de aguas con metales, hidrocarburos y compuestos cancerígenos, e iba probando diferentes tratamientos y generando propuestas de cómo depurar esta agua para descontaminarla”, explica.
Broschek comenta que con su equipo fue incursionando en la contabilidad del agua y en la medición de la huella hídrica, donde FCh fue de las primeras organizaciones en Sudamérica en hacer las primeras mediciones de huella hídrica en Chile.
“Lo que aplicamos en la industria vitivinícola y fuimos aportando con nuestras investigaciones a otras metodologías internacionales para la creación de los estándares hídricos mundiales que se utilizan hoy”, dice.
En los 18 años que lleva en la fundación, ha pasado por diversos cargos, hasta llegar a su puesto actual, subgerente de Sustentabilidad, donde se ha ido especializando cada vez más en torno a temáticas del agua.
A la cabeza del agua
Hoy, la química ambiental encabeza Escenarios Hídricos 2030, iniciativa creada en 2016 y coordinada por FCh, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Avina, en la que participan representantes de todos los sectores relacionados con el recurso.
El proyecto busca integrar las distintas miradas sobre la situación del agua en Chile y su futuro, para avanzar hacia la seguridad hídrica a través de una gobernanza colaborativa entre diversas instituciones público-privadas y la incorporación de la visión ciudadana y académica.
En esa línea, los planes de Broschek apuntan a trabajar en el proceso de descentralización y planificación para el ordenamiento territorial con los gobiernos regionales.
“Es súper importante que promovamos el desarrollo productivo teniendo como base el medio ambiente y que los recursos naturales son limitados, además de que estamos con una falta de liderazgo en este tema y con un Estado completamente ausente”, afirma.
También indica que uno de sus desafíos en el área en que se desempeña, es aumentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones.
“Hay mucha presencia femenina en los equipos de trabajo, pero al llegar a los espacios de liderazgo, uno se encuentra muy pocas, y son ellas quienes pueden aportar con una mirada multidisciplinaria y de sensibilización sobre la reparación del ecosistema”.