Por: Por Martín Ayala, Diario Financiero
Hace unos años se comenzó acuñar el concepto Smart City o ciudad inteligente, con el objetivo de formar urbes sostenibles en lo económico, social y medioambiental.
En los países desarrollados, hay ciudades como Copenhague en Dinamarca, Amsterdam en Holanda y Barcelona en España, que han implementado soluciones tecnológicas para mejorar la gestión de la ciudad, en movilidad urbana, recogida de basura, consumo energético y aplicaciones de participación ciudadana, por nombrar algunas.
En Chile todavía hay algunas barreras que subsanar. Y si bien expertos han señalado que falta avanzar en infraestructura compartida, integración de datos, incorporar más tecnología en el sector público y facilitar el ingreso de soluciones al mercado, hay varios emprendedores que han optado por innovar con tecnologías para contribuir al desarrollo de las Smart Cities en el país.
Por ejemplo, Citysense mide la movilidad en la ciudad a través de satélites urbanos; Digital Senses permite a las comunidades de edificios llevar un mejor registro del consumo de agua y electricidad; y Acción Circular se encarga de la gestión del reciclaje de empresas.
Antonio García formó Citysense con la idea de combatir la contaminación del aire en la ciudad a través del monitoreo con satélites urbanos, unas especies de sensores, pero más sofisticados. Cuenta que en el sector público, sólo la municipalidad de Las Condes se interesó en su propuesta. Aquí, un funcionario les preguntó si con sus dispositivos podían resolver otros problemas urgentes del municipio.
A raíz de la consulta, en 2018, decidió dar un giro a su negocio y optó por montar una infraestructura abierta con cientos de satélites urbanos distribuidos por la ciudad, lo que permite medir diversas variables y resolver problemas de todo tipo relacionados con el funcionamiento de una urbe.
En 2018 levantaron US$ 200 mil con inversionistas y un año después cerraron una ronda semilla por US$ 1,5 millones con Angel Ventures, Alerce Centures y el fondo CLIN de Chile Global Ventures de Fundación Chile (FCh). Además, en 2020 cerraron con estos mismos fondos, más FEN ventures, US$ 1,3 millones adicionales.
“Actualmente estamos dedicados a medir la movilidad de las personas en tiempo real. Hoy es un tema crítico por la pandemia, pero también para el comercio, ya que se desconoce cuánto impactan en sus ventas los cambios en la movilidad. Con esa información nuestros clientes entienden mejor sus tasas de conversión y pueden saber cuántas ventas reciben desde la calle o el retorno de sus campañas de publicidad en vía pública”, comenta García.
Los clientes de Citysenses van desde empresas de combustible, telecomunicaciones y publicidad, hasta cadenas comerciales, a los que le venden el acceso a los sistemas de comunicación que tienen sus satélites urbanos y a la data que estos capturan.
En plena pandemia se instalaron en México y esperan escalar a otras ciudades de Sudamérica y Estados Unidos. “Entre México y Chile ya tenemos más de 330 satélites y esperamos durante este año ir creciendo a regiones del país”, dice García.
En 2017 una comunidad de edificios en Santiago necesitaba llevar un mejor registro de la cantidad de agua que se gastaba mensualmente, y así estimar de manera correcta el cobro a sus residentes. Para abordar este problema, José Ignacio Larraín propuso un sistema digital de monitoreo y control en instalaciones residenciales.
El sistema, que denominó Digital Senses, incluye el desarrollo y la fabricación de medidores digitales para el agua y la electricidad. Además, integra sensores en las salas de calderas, bombas y grupos electrógenos, para capturar esa información y realizar una mejor gestión de los activos de la comunidad.
En 2018 participaron Start-Up Chile de Corfo, donde se adjudicaron $ 20 millones y un año después recibieron $ 40 millones de Fundación Chile.
Sus medidores reemplazan a los del agua caliente, ya que los de agua fría pertenecen a Aguas Andinas (en la Región Metropolitana) y no se pueden reemplazar. Respecto a los que miden el consumo de electricidad, pueden sustituirlos sólo si la comunidad compra energía directamente con algún productor.
“Contamos con más de 12 clientes, entre comunidades de edificios e inmobiliarias, donde monitoreamos más de mil medidores y sensores que reportan cada cinco minutos información que se almacena en la nube”, afirma Larraín.
En este primer semestre del año han facturado cerca de US$ 250 mil y duplicar ese número el próximo semestre.
Además, planean iniciar un plan de expansión a México, Colombia, Brasil y España, por lo que iniciarán una ronda de inversión semilla para levantar US$ 300 mil con algún fondo o inversionistas privados.
En 2018 la ingeniera civil Paulina Cataldo detectó que varias empresas del país tenían problemas en la recolección de sus residuos, ahí encontró una oportunidad y creó Acción Circular; una herramienta que conecta a todos los actores de la cadena del reciclaje.
La solución consta de hardware y un Software as a Service (Saas) -por suscripción en la nube- la que permite conectar a empresas que demandan soluciones de reciclaje con recolectores “a través de 50 sensores, diseñados por nosotros y distribuidos por Santiago”, comenta Paulina Cataldo, fundadora de Acción Circular.
Comenta que trabajan con unos 30 clientes, como DHL, Casaideas, Oxxo, el Hotel Bidasoa y condominios particulares. “Realizamos un cobro de suscripción por los retiros de reciclaje, que puede ser automatizada por los sensores o las empresas pueden programar previamente cuántos retiros quieren hacer al mes”, explica la emprendedora.
En el último tiempo su plataforma está siendo utilizada por otras empresas de reciclaje, como GIRA de Ecuador que gestiona casi 100 puntos verdes en ese país, “ellas pagan mensualmente una suscripción por el uso del software de la plataforma”.
A la fecha, Acción Circular ha levantado más de $ 180 millones, principalmente públicos. Participaron en el programa Start-Up Chile de Corfo, que les adjudicó $ 18 millones, con Global Ventures de FCh levantaron $ 54 millones y en 2020 sumaron $ 30 millones de InnovaChile. Además, se adjudicaron los fondos Consolida y Expande de Corfo por $ 80 millones, para iniciar su internacionalización hacia Colombia y México.
En paralelo, están preparando levantar su primera ronda de inversión con inversionistas ángeles por US$ 250 mil para consolidar la expansión del negocio.