Una serie de debates -que probablemente tomará tiempo que decanten- revivió el proyecto de reforma laboral que presentó hace una semana el gobierno. Uno de ellos tiene en su centro la cantidad de horas que se trabaja en el país -45 a la semana- y, como ello, repercute o no en la calidad de la convivencia de las familias.
Un tema que encontró respuesta en una medición que realizó Adecco Chile entre 7.700 personas empleadas, entre las cuales un 28% reconoció tener problemas para conciliar su vida laboral y personal.
“Los resultados responden en gran parte a que se ha dado paso a discutir proyectos de ley que buscan flexibilizar las formas de trabajo, que si bien aún no se materializan de forma masiva, han sensibilizado a los directivos de las compañías sobre la importancia de pensar en el bienestar laboral y de contar con colaboradores felices dentro de sus filas”, afirmó la directora de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa de Recursos Humanos, Suyin Palma.
En esa línea, la investigación también ahondó en aquellos beneficios más valorados por los trabajadores en Chile para balancear sus tiempos. De acuerdo a la medición, el primer lugar lo ocupa precisamente la ahora más debatida flexibilidad de la jornada laboral, que recibió el apoyo del 64% de los consultados.
En segundo lugar, pero a distancia, el respaldo fue para el teletrabajo, con un 21% de menciones.
Tercero, con un 13% de las preferencias, se ubicó la figura de contar con permisos especiales para trámites o visitas a familiares; mientras que un 2% restante valoraría algún beneficio diferente.
En esa línea, la experta de Adecco Chile aseguró que “la actual transformación de las empresas debe llevar a la base la conciliación trabajo, familia y vida personal, por la clara relevancia que esta materia tiene sobre el futuro de la sociedad”.
Y con respecto al teletrabajo, agregó que la revolución 4.0 no sólo tiene un alcance en los cambios tecnológicos, sino además en la innovación de atracción y retención del talento y apalancar la diversidad.
Dado lo anterior, afirmó, “las organizaciones privadas, públicas y ONG no pueden hacer oído sordos a la necesidad del cambio”.
El tema de equilibrar las horas que dedican los trabajadores a sus obligaciones laborales y aquellas que pueden destinar a sus intereses personales es un aspecto que no se limita a Chile, sino que ha tomado relevancia a nivel mundial durante los últimos años.
De hecho, cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ubican a Chile como el quinto país que acumula más horas de trabajo al año.
Ante ello, el gobierno propuso que la jornada semanal se distribuya en no menos de 4 días ni más de 6, lo que por ejemplo podría traducirse en trabajar de lunes a jueves, y descansar viernes, sábado y domingo.
También el Ejecutivo está impulsando la figura de una jornada mensual de 180 horas a nivel individual, alternativa a la vigente de 45 horas semanales, que podrá ser distribuida en forma diferente cada semana. Este esquema actualmente solo existe para el mundo de los transportistas y tripulantes de vuelo y cabina.