Por: Carolina León, Diario Financiero
La crisis sanitaria ha puesto a prueba a las empresas y su modalidad para funcionar en medio de una alta incertidumbre. En este escenario, han tomado un mayor protagonismo las gerencias de recursos humanos, instancias que han debido elaborar diversas fórmulas para hacer frente al nuevo contexto país. Pese a todo, hay firmas que sinceran que no todo ha sido negativo y reconocen que la coyuntura ha dado la posibilidad de explorar distintas formas de trabajo, las que han permitido asegurar la operación de las firmas, fortaleciendo al mismo tiempo las relaciones laborales entre equipos. Como lograr esto no siempre es tarea sencilla, entidades como la Fundación Carlos Vial Espantoso toman un rol importante. Desde la entidad, claros del momentos complejo en que está sumido el país, dicen que han estado preocupados de entregar apoyo a compañías, dirigentes sindicales y trabajadores tanto de su red de de empresas embajadoras como de otras organizaciones productivas. Aquí cuatro testimonios desde el interior de las firmas.
En Lipigas, si bien sinceran que el escenario ha sido complejo, reconocen que ha dado el espacio para implementar modalidades de trabajo y cambios que, en otro contexto, habrían sido ha otro ritmo.
“Hemos visto aflorar una gran cantidad de capacidades propias de nuestros equipos, apoyados en herramientas digitales y en la promoción de estilos de trabajos colaborativos y centrados en metodologías ágiles. La contingencia nos permitió acelerar procesos que en otros momentos hubiesen tomado tiempo mayor”, dice Mylene Iribarne, gerente de personas Lipigas.
Según la ejecutiva, la crisis ha permitido consolidar el teletrabajo, lo que ha permitido dar seguridad a sus colaboradores.
También destaca que han tomado fuerza los liderazgos, la gestión de la comunicación y la relación colaborativa con los sindicatos. “Han contribuido a generar una modalidad efectiva para el logro de nuestros objetivos, y que nos permitirá ajustarnos a la realidad post pandemia”, resalta.
Con respecto a cómo la crisis sanitaria ha afectado a Lipigas, la ejecutiva señala que hasta el momento ha logrado sostener la continuidad sin la necesidad de despedir trabajadores.
“Hemos evitado desvincular personal o aplicar medidas de suspensión de contratos, priorizando la búsqueda de eficiencia en otros ámbitos. Hemos seguido cumpliendo también con las obligaciones con nuestra red de colaboradores externos, en su mayoría PYME, a quienes además hemos capacitado, junto con la Fundación Carlos Vial E., en las políticas que el gobierno ha dispuesto para apoyarlos durante esta crisis”, dice.
Por el momento, una de las principales preocupaciones al interior de Coca-Cola Andina es asegurar la seguridad de sus trabajadores, tanto propios como terceros, según describe el gerente de personas de la fima, Rodrigo Marticorena.
Pero no es lo único. El ejecutivo explica que otra preocupación se relaciona con la necesidad de mantener la continuidad operacional “en todas nuestras fábricas y centros de distribución, para sí poder servir de la mejor forma posible a nuestros clientes y consumidores”.
En medio de un contexto donde el país se ha extendido la cobertura y plazos de las cuarentenas, el retorno en este nuevo escenario es otro de los ejes que centran la atención.
“Debemos preparar a la compañía para su retorno a la ‘nueva normalidad’ y repensar la organización para el futuro, desde las nuevas formas de trabajo hasta los cambios que puedan haber a nivel de trade y consumidores”.
Con respecto a qué tipo de impacto en materia laboral han visto al interior de la empresa, Marticorena relata que se ha observado un aumento del compromiso de los colaboradores; también un aumento del ausentismo por cuarentenas y cuarentenas preventivas, en especial en trabajadores de grupos de riesgo.
Otro ámbito en el que han visto impacto, es en el aumento de trabajadores que teletrabajan.
Sobre las medidas que han implementado a nivel interno para superar la crisis, el ejecutivo señala que se han readecuado los turnos de trabajo, se han minimizado las horas extras; y también se ha suspendido la entrega de algunos beneficios.
El “qué viene después” es por ahora uno de los temas que más preocupa a Aida Soto, gerente de personas de AZA, firma dedicada al tratamiento de acero.
Desde la óptica de la ejecutiva, una de las inquietudes constantes al interior de la empresa dice relación con la forma en que se retomará la normalidad tras la pandemia.
“Nos preocupa cómo serán las etapas de desconfinamiento, es decir, la salida escalonada de la cuarentena, las nuevas formas de trabajo y las condiciones sanitarias”, expone.
Y, en paralelo, otros focos de atención se vinculan con cómo esta crisis afectará a otras áreas.
“Desde el punto de vista ambiental, nos preocupa el tiempo que necesitará la cadena de reciclaje para volver a operar normalmente, lo que es clave para el sustento de miles de familias, la economía circular y el medio ambiente”, señala la ejecutiva.
Respecto a la modalidad para coordinarse a nivel interno para superar la situación, Soto explica que la empresa se ha impulsado una coordinación constante con trabajadores, sindicatos, ejecutivos y accionistas, instalando un diálogo permanente entre los actores de la empresa.
Sobre las medidas internas que se han implementado, la ejecutiva señaló que “hemos mantenido empleos y salarios, y hemos mantenido la cadena de pago con nuestros proveedores, incluyendo el pago en menos de 48 hrs. para nuestros recicladores de chatarra ferrosa, que son Mipyme. También hemos activado un plan robusto de reducción de gastos, para poder enfrentar el impacto de la pandemia”.
La gerente división de personas de Santander Chile, María Eugenia de la Fuente, relata que la crisis les permitió “testear y acelerar desde el primer día el conjunto de acciones que ya estábamos implementando para que un amplio número de nuestros colaboradores dispusiera de mayor flexibilidad laboral”. De la mano de los equipos de tecnología de la firma, comenta que multiplicaron “muy rápidamente la capacidad de realizar trabajo remoto en Santander”.
De hecho, precisa que hoy cerca de un 70% de los colaboradores puede operar con full teletrabajo.
Sobre las medidas implementadas al interior de la compañía para mitigar los impactos de la crisis, de la Fuente explica que se ha hecho un esfuerzo por dar señales claras a sus trabajadores, “comprometiendo que no habrá despidos durante la crisis sanitaria, y brindar planes de apoyo para que nuestros colaboradores puedan sobrellevar sin mayor incertidumbre esta coyuntura”.
“A nivel interno, me atrevería a decir que esta contingencia la hemos asumido como una oportunidad y una plataforma a partir de la cual seguir construyendo”, afirma la ejecutiva.
Más allá de las acciones adoptadas en el banco, De la Fuente también valora algunas de las medidas que ha impulsado el Ejecutivo, como la llamada Ley de protección al empleo y la norma de pago a 30 días, entre otras.
“El Gobierno está haciendo los esfuerzos posibles para sortear la pandemia”, sostiene la ejecutiva, destacando “también la entrega de los créditos Fogape Covid 19 para PYME”.