Por: Pamela Cuevas V., Diario Financiero
Un retroceso de 19,4% registraron los empleados que se desempeñan en modo teletrabajo en el último trimestre móvil septiembre-noviembre, situándose en 844 mil personas frente al peak de 1,1 millón de trabajadores que estuvo en esta modalidad en junio-agosto.
Conforme sigue la fase de reapertura de la economía, el mercado laboral busca reacomodarse a las nuevas condiciones que le impuso la pandemia, que en lo grueso deja como saldo la pérdida de más de un millón de empleos.
De acuerdo con el análisis del economista y académico de la UC, Juan Bravo, en base a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), desde el explosivo incremento que se evidenció cuando la proporción de quienes asumieron labores a distancia desde su hogar superó el 20%, con más de un millón de trabajadores en esta modalidad, ha retrocedido cinco puntos concentrando el 15,2% del total con 884 mil trabajadores. Un declive, que a su juicio, se mantendrá.
“Mantengo mi afirmación esta tasa va a estar debajo del 10%, de eso no tengo la menor duda. Va a ser mas cerca del punto de inicio que del punto de peak durante la pandemia”, asevera.
En un zoom a quienes se mantienen ejerciendo sus labores desde su hogar, entre los asalariados privados son el 13,3% y entre los públicos son el 22,9%, lo que significó un retroceso de 4,9 puntos porcentuales (pp) y de 5,3, respectivamente.
El experto en temas laborales explica que si bien la caída es paulatina “no hay que minimizarla”.
“La prueba definitiva para el teletrabajo -cuando vamos a ver las tendencias que van a perdurar- van a ser una vez que la mayoría de la población esté vacunada y se haya controlado el virus”, señala.
Con la certeza de que el ajuste perdurará, Bravo cree que es necesario comenzar a medir con mayor precisión el trabajo a distancia en la Encuesta Nacional de Empleo del INE para poder adecuar la legislación a lo que será el trabajo híbrido.
Cree que la nueva realidad del trabajo a distancia será en formato acotados, donde habrá empresas que lo mantengan con la combinación de algunos días de la semana en casa y otros en la oficina. Ante esto, “es importante hacer la distinción, independiente de que las personas no hagan la mayor parte del trabajo desde su casa”.
“Antes se decía que un factor de por qué no se implementada el teletrabajo, era la falta de regulación, de marco jurídico, pero también había un factor cultural porque incluso con la regulación, sin pandemia esto no se hubiera masificado por temas culturales. Entonces, la pandemia forzó a las empresas a utilizarlo. Por lo tanto, preguntarlo va a permitir evaluar cómo esto va respondiendo a patrones culturales y caracterizar al tipo de personas que lo realiza. Es importante ver quienes se están acogiendo a esta modalidad”, comenta.