Por: Valentina Llompart, Diario Financiero.
En 1997, la licenciada en Ciencias Políticas chileno estadounidense, Nicole Etchart, fundó NESsT, una organización que busca acelerar e invertir en proyectos con impacto social y medioambiental con foco en Latinoamérica y Europa Central.
NESsT partió con un modelo orientado a apoyar la sostenibilidad de Organizaciones sin Fines de Lucro (ONG) a través de capital flexible y capacitaciones, en Chile y Hungría. En este último ya estaba implementando un proyecto con la Universidad de Johns Hopkins, de ahí que lo incluyera.
Posteriormente, fue ampliando su rango de acción y llegó a 10 países de América Latina y el centro de Europa, entre ellos, Argentina, Perú, República Checa y Eslovaquia.
Etchart comentó que tras una década operando con un modelo orientado a ONG, dio un giro y se enfocó en startups con impacto social y ambiental positivo, para apoyarlas con mentorías y capital filantrópico.
En 2016, llegaron al modelo actual, que se centra en “empresas un poco más avanzadas que las startups, que están en una zona que se conoce como Missing Middle, donde ya tienen desarrollada su idea inicial y parte de su negocio armado, pero les falta un empuje para crecer lo que necesitan y tener un impacto real. Hoy, ese se ha convertido en nuestro foco”, dijo Etchart.
Explicó que buscan startups que entreguen empleos dignos, por ejemplo, para personas vulnerables, como refugiados o discapacitados, pero también que contribuyan al cuidado del planeta, en temas como agricultura sostenible y economía circular.
“De las 65 empresas que componen el portafolio actual de NESsT, los rubros que más tienen representación son agricultura; economía circular, que incluyen por ejemplo, foco en reciclaje; tecnologías de la información; y el sector Horeca, con restaurantes, hoteles y cafeterías”, comentó Etchart.
Fondos
NESsT cuenta con dos brazos de inversión para apoyar a las empresas del Missing Middle, es decir, que están en una etapa intermedia.
Por un lado está el Programa de Aceleración de Empresas Sociales, que se enfoca en firmas de menor tamaño, a quienes entregan capital mediante donaciones recuperables -desde US$ 25 mil a US$ 100 mil- obtenidas de capital filantrópico con 0% de interés.
Los recursos los aportan las compañías que participan en el programa, como Ikea, JP Morgan y Cisco, las que también realizan mentoría. A la fecha, nueve startups chilenas que han recibido apoyo de esta iniciativa, son parte de su portafolio, entre ellas, Ecocitex, Bendito Residuo, Inclúyeme, Lazarillo y Savia.
La segunda línea es de venture capital (capital de riesgo) -Fondo Lirio en Latinoamérica y Fondo Violet en Europa Central- para startups más maduras que también opera mediante donaciones recuperables, pero con montos mayores de entre US$ 50 mil y US$ 500 mil.
Aquí, las firmas tienen un año de gracia para empezar a pagar con “bajos intereses”, los que oscilan entre 2% y 4% que es el retorno que reciben los aportantes, entre ellos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y fundaciones norteamericanas.
En América Latina el Fondo Lirio está disponible en Perú y Colombia y se lanzará en Brasil antes de fin de año.
Desde su fundación a la fecha, la entidad ha canalizado recursos a 236 empresas por US$ 27 millones.