“Si quieres huevos, cuida a la gallina”, ésta es la frase que mejor define la propuesta de Kazuo Inamori, un millonario budista que ha sido reconocido en el mundo empresarial por establecer al gigante de la electrónica, Kyocera, y rescatar de la quiebra a Japan Airlines.
El japonés de 83 años ha manifestado sus dudas sobre el funcionamiento de muchas empresas en el sistema capitalista, y por ello propone a los directivos que se centren en hacer más feliz a sus empleados.
A través de charlas gratuitas busca dar a conocer su filosofía que pasa por hacer entender a los centenares de ejecutivos que finalmente una compañía es como la sociedad pero en miniatura.
“Los líderes de las compañías deberían buscar la felicidad de todos sus empleados, felicidad tanto material como intelectual”, afirma. “Ese debería ser su propósito, y no el de trabajar para los accionistas”, añade.
Sus posiciones podrían dejar frías a muchos inversores, pero Inamori no percibe que haya ningún conflicto. Porque el anciano empresario entiende la felicidad desde el punto de vista del ‘shojin’ budista. Es decir: elevar el alma a través del trabajo.
Involucrar a los empleados
De hecho, en uno de los libros en los que expone su visión, critica duramente la tendencia hacia el ocio que observa en los jóvenes japoneses.
Otra de sus críticas se enfoca en que los accionistas sólo buscan rentabilidad. Y en este caso, señala que la mejor manera de conseguirla es hacer que los empleados trabajen mejor, para que trabajen más.
“Las empresas son propiedad de los accionistas”, reconoce, “pero los centenares de miles de empleados que las hacen funcionar también tienen que estar involucrados”.
Según su propio dicho: “La gallina tiene que estar saludable”.