Por: Expansión
Hace unas semanas se ha vuelto a celebrar en Omaha (Nebraska) la junta general de accionistas de Berkshire Hathaway, el holding financiero dirigido desde hace 52 años por Warren Buffett y su socio Charlie Munger. No deja de sorprender cómo estas dos leyendas vivas de la inversión logran atraer a más de 40.000 personas venidas de todas partes del mundo. De hecho hay muchos asiáticos entre los asistentes, y eso a pesar de que la conferencia -que dura más de 5 horas- se retransmite por streaming en Yahoo Finance desde hace varios años.
Durante ese fin de semana, Omaha se convierte en la capital mundial de la inversión, congregando a accionistas de la compañía e inversores profesionales y particulares que disfrutan de las charlas y discusiones que tienen lugar en paralelo a la conferencia. Pero también hay multitud de celebridades que asisten, como Tim Cook (Apple) o Bill Gates (Microsoft), quien no paró de tomar notas durante la jornada.
Probablemente la noticia más comentada en la cita ha sido la inversión de Berkshire Hathaway, que no de Warren Buffett, en Amazon. Todd Combs o Ted Weschler, los dos gestores que sucederán a Buffett en el área de inversión tras su muerte, han sido los responsables de dicha inversión. Buffett considera positivo este tipo de inversión, dado que las empresas con un componente tecnológico alto están fuera de su círculo de competencia, y con Combs y Weschler logran aumentarlo. Aún no ha trascendido la cifra ni quién de los dos ha sido, puesto que cada uno gestiona cerca de US$ 13.000 millones de forma totalmente independiente. No consultan ni buscan la aprobación de Buffett, que tiene la filosofía de dar grandes dosis de autonomía en toda la organización. Ante una pregunta crítica cuestionando la condición de inversión value de Amazon -cotiza a un múltiplo PER muy alto-, Buffett explicó que aquellos que creen que el value investing es comprar activos según ratios estadísticamente bajos se equivocan. Buffett no escatimó en elogios nuevamente hacia Jeff Bezos, reconociendo que lo que ha logrado crear es una empresa increíble.
Otra empresa tecnológica también salió a relucir: Google. Buffett y Munger se lamentaron de no haber invertido, considerándola su mayor error de omisión. Conocían, gracias a varias de sus participadas, la extraordinaria posición dominante que tiene en publicidad y no actuaron: “Nos chupamos el dedo”, soltó Munger, arrancando carcajadas de toda la grada. No les tiembla el pulso a la hora de reconocer errores y Buffett también reconoció que pagaron un precio excesivo por Kraft Heinz. Los cambios en los hábitos de los consumidores, que compran más marcas blancas, le ha obligado a la compañía famosa por su ketchup a dotar una provisión por el deterioro de su fondo de comercio por valor de US$ 15.400 millones. “Puedes convertir cualquier inversión en un mal negocio si pagas demasiado”, confesó Buffett.
Uno de los temas que más preocupa a los accionistas de Berkshire es la sucesión. Warren Buffett cumplirá 89 años en agosto y Munger tiene 95. Ajit Jain, responsable de todo el negocio de seguros del grupo, y Greg Able, responsable de la división de energía, son los lugartenientes de Buffett que probablemente asuman los roles ejecutivos en el futuro. De hecho, sorprendió que Jain contestara directamente a algunas de las preguntas desde las primeras filas, rompiendo la tradición de que sólo hablen Buffett y Munger durante toda la jornada. Los mencionados Combs y Weschler harán lo propio en la parte de inversión y su hijo Howard Graham -en honor a Benjamin Graham- será el presidente no ejecutivo y velará por mantener la cultura de Berkshire intacta.
La elevada cifra que Berk-shire tiene en tesorería preparada para invertir ha alcanzado los US$ 114.000 millones. Es evidente que Buffett no está encontrando oportunidades de inversión lo suficientemente atractivas -y grandes- como para aventurarse en nuevas adquisiciones. Tras más de 7 años de mercados alcistas, probablemente Buffett esperará a una corrección para salir de compras. La guerra comercial entre China y Estados Unidos es en palabras de Munger un error. Ambos países están condenados a entenderse y sería estúpido no hacerlo, reflexionaba Munger, un gran enamorado del país asiático. “Es un mercado grande y nos gustan los mercados grandes”, dijo Munger. Berkshire es muy conocida en Estados Unidos pero lo es mucho menos en China y Europa. Buffett reconoció que le gustaría que eso cambiara y que más empresarios se animen a vender su compañía a Berkshire. Sobre el Brexit fue escueto e indicó que no sabe qué pasará pero que sería deseable que el Reino Unido permanezca en la Unión Europea, aunque el país seguirá siendo atractivo para invertir si deciden salir.
Una de las inversiones de Berkshire que ha acaparado más titulares negativos en los últimos años ha sido Wells Fargo, el banco americano. Buffett cree que los accionistas han pagado ya un precio elevado por actos de los que no son responsables y recomendó al banco americano, que está buscando un nuevo consejero delegado, que mire más allá de Wall Street para posibles fichajes.
Tanto los asistentes primerizos como los que llevan décadas asistiendo siempre destacan lo didácticos y francos que son Buffett y Munger. Su sabiduría es enciclopédica y sus mentes cada año están más preparadas. El mejor faro de sensatez que podemos encontrar ante las correcciones habituales en los mercados son estos dos ancianos de Omaha.