Por: Alejandra Rivera, Diario Financiero
La incertidumbre, el cambio constante y el acelerado mundo de los negocios, está demandando nuevas formas de trabajo que se ajusten a los requerimientos digitales de las empresas. Las metodologías secuenciales o de cascada, explica Hernán Orellana, director de Bci y asesor de Transformación Digital, están pensadas para proyectos de uno o dos años, con tiempo y recursos definidos, más propios de una era industrial que digital.
Entre 2014 y 2019 Orellana lideró el Centro de I+D de Telefónica en Inteligencia Artificial, y tras una visita a la matriz, en España, detectó que las empresas usaban desde 2010 la metodología ágil y los perfiles laborales asociados, para impulsar proyectos con mayor cuota de incertidumbre, como son los de innovación y desarrollo de tecnologías.
“La metodología ágil o liviana es un marco de actuación que busca la falla temprana en el proceso de desarrollo de un proyecto, con un mínimo de costo posible, para lograr el aprendizaje y enmendar el rumbo en el siguiente ciclo de trabajo, todo en dos o tres semanas, con evaluación, retroalimentación y análisis de lo que se hizo bien o mal”, comenta Orellana.
La implementación de metodologías ágiles supone perfiles de trabajo diferentes a los conocidos hasta ahora, son los nuevos cargos que demanda la economía digital. El reto, explica, es encontrar en el mercado chileno profesionales capacitados.
“En la oferta académica no existe este tipo de perfiles en el país. Las personas que desempeñan estos roles, estudiaron una carrera tradicional y buscaron formación complementaria. Hay muchos cursos online de universidades extranjeras que ofrecen esta formación”, señala.
Respecto de la oferta académica para formar a las personas que demanda la economía digital, afirma que las universidades están centradas en la acreditación y la gratuidad. “Están en una burbuja, preocupadas por responder a otros temas, pero no a las necesidades del mercado laboral. Cualquier empresa que hoy tenga una vocación digital tiene que contratar estos perfiles y hay muy pocos”, afirma.
Para enfrentar esta situación, explica, las compañías están importando talentos, buscado dentro de la escasez a aquellas personas que se forman de manera independiente o reconvirtiendo su fuerza laboral con capacitación.
Hernán Orellana señala que los perfiles propios de la economía digital requieren habilidades duras, pero también de comunicación, empatía y liderazgo.
User Experience (UX): especialista en experiencia de usuario. Investiga, monitorea y mejora la experiencia del cliente a la que está dirigido un producto o servicio digital. Hay dos focos de especialización, investigación (recopila de información y la transformarla en insights para crear un producto), y diseño (define la usabilidad, el diseño técnico y visual y crea prototipos).
Developer(DEV): desarrollador de software, con dos especializaciones, Front, que diseña y desarrolla la programación de cara al usuario, y Back, que programa los procesos de negocios que conectan los servicios de la empresa con el cliente en forma digital y en tiempo real. Ambos deben conocer las últimas técnicas de programación y tendencias tecnológicas.
Product Owner (PO): gestiona el ciclo de vida de un producto y servicio al interior de la organización. Debe tener conocimientos tecnológicos para comunicarse con el equipo y visión tecnológica para definir la estrategia para el producto en un contexto de cambio dinámico.
Data Scientist (DS): es el experto en datos. Analiza los datos que se producen a partir de las interacciones digitales con los usuarios, para generar conocimiento profundo o insights para agregar valor al negocio, diferenciar la oferta de valor y experiencia al usuario. Este conocimiento se expresa en modelos matemáticos capaces de modelar el comportamiento del usuario o variables claves de los procesos de negocio.
Growth Hacker (GH): especialista en marketing digital. Su misión es buscar prospectos en las redes sociales, motores de búsquedas, entre otros. Tiene conocimiento de herramientas de analítica y modelos de precios para rentabilizar la inversión publicitaria.
Ingeniero DEVOPS: su misión es servir de enlace entre el equipo de desarrollo (DEVs) y el de operaciones, para lograr que la empresa actualice las aplicaciones digitales con la mayor rapidez posible, y usualmente varias veces al día para las más avanzadas. Esto no sería posible si el equipo de desarrollo de la aplicación no estuviera muy conectado con el que opera la aplicación, dada la necesidad de poner en operación varias actualizaciones diarias.
Scrum Master: facilita y coordina al equipo en la metodología de trabajo ágil llamada SCRUM. Es el coach del equipo, tiene dotes de liderazgo, buen comunicador, es estimulador y es capaz de sacar lo mejor del equipo para cumplir los objetivos y alcanzar la mayor productividad. Asegura la comunicación y la cooperación dentro del equipo de trabajo.