Por: Renato Olmos, Diario Financiero
La semana pasada el
Distrito de Innovación V21 de Viña del Mar cumplió el primer año de vida y en este contexto se abordaron los avances del futuro Parque Tecnológioco (ParqTec), un espacio de unos 3.000 metros cuadrados (m2) que apunta a albergar a centros de investigación y desarrollo, laboratorios y startups.
Este hito, es parte central de V21, una iniciativa privada que busca la transformación urbana, económica y social de la ciudad, en la que participan
70 empresas instituciones y empresas vinculadas al ecosistema de innovación, como universidades, institutos profesionales y startups, para generar empleo, retener talento e impulsar la innovación.
El director ejecutivo de Distrito V21, Jaime Arnaiz, comenta a DF que el ParqTec es el espacio donde esperan que las capacidades de investigación y desarrollo que tienen esas instituciones puedan “ponerse en valor” y vincularse de manera directa y efectiva con las necesidades de las empresas.
“Queremos impulsar la innovación en las empresas y facilitamos la creación de empresas de base científico-tecnológicas”, dice.
La superficie de todo el proceso de transformación urbana del distrito es de unas 200 hectáreas en el sector de El Salto, en Viña del Mar. Y para la construcción del parque están
rehabilitando la planta de polvos de Oxiquim, un edificio con seis plantas y una terraza., lo que "significa alrededor de
3.000 m2 de espacio abierto destinado específicamente a la instalación de centros de centros de investigación y desarrollo, laboratorios, entre otros”, comenta Arnaiz.
La inversión para este proyecto será de 80.000 UF (unos $ 2.860 millones) de los empresarios que conforman el distrito. Araniz proyecta que el parque se terminará de construir en unos ocho o nueve meses más y espera inaugurarlo el próximo año.
Capacidades tecnológicas en la región
El ejecutivo adelanta que varias las universidades que forman parte del distrito ya han manifestado su interés en instalar algunos centros cuando se inaugure el parque, como centros de I+D, áreas de transferencia tecnológica o algunos
spin off y startups de las casas de estudio.
Por ahora el trabajo estará centrado en articular las capacidades tecnológicas de la región de Valparaíso.
Para eso, el primer desafío que definieron es generar una red de colaboración para la innovación para que ese proceso tenga un efecto acelerador sobre la industria. “La gran apuesta es poner en valor el talento regional a través de este proyecto”, acota Arnaiz.
También proyecta que el impacto de esta iniciativa para la región y el entorno será “enorme”, con generación de empleos de alta calidad y que estarán asociados a empresas de base científico-tecnológicas.
Según los datos que entrega, por cada un empleo directo se crean entre tres y cinco indirectos.