Entendida como un conjunto de cambios basados en el uso de la tecnología digital- los cuales buscan reinventar una organización, actuando sobre los procesos, activos y productos de ella- y de esta manera aumentar su eficiencia, competitividad y detección de nuevas oportunidades de negocios en el tiempo, la transformación digital es una tendencia que, definitivamente, llegó para quedarse y que impone una serie de retos a los profesionales y ejecutivos de hoy.
De hecho, sectores como la banca y el retail desde hace tiempo vienen implementando nuevas tecnologías con miras a entregar mejores servicios a los usuarios, que les permitan a ellos- por ejemplo- realizar una transferencia de fondos desde un computador o un teléfono móvil, o comprar por internet un producto o servicio cualquiera, de una forma más rápida y segura.
Según el estudio ESG 2018 IT Transformation Maturity Curve, encargado por Dell EMC e Intel, sostiene, entre otras cosas, que aquellas empresas que han llevado a cabo el proceso de transformación de sus tecnologías tienen una probabilidad 22 veces mayor de adelantarse a la competencia con nuevos productos y servicios, y ser más exitosas.
Pablo Neumann, socio gerente de la consultora IT Hunter- líder en la búsquedas y selección de talentos tecnológicos- comenta que dicho fenómeno, que también afecta a la sociedad como un todo, viene desde hace años modificando la forma en que las empresas e instituciones se desempeñan, pues su acento radica no sólo en la adopción de nuevas tecnologías, sino que también en la innovación permanente.
“Lo anterior implica estar siempre fomentando una cultura abierta a los cambios y al uso de tecnologías que pueden ser desconocidas, ya sea en los procesos de una compañía, en la forma en que se relaciona con sus clientes y proveedores o en la manera en que visualiza nuevos negocios”, explica el ejecutivo.
En este contexto, Neumann destaca una serie de retos que la transformación digital está imponiendo a los actuales profesionales y ejecutivos en los diferentes mercados:
- Espíritu innovador. Esto se traduce en una permanente búsqueda de aquello que sea nuevo y distinto a lo que existe hoy, ya sea en la forma de hacer las cosas (procesos) o en relación a un producto o servicio que se quiera ofrecer. “Un profesional innovador no sólo se distingue del resto, sino que también contribuye a que su empresa marque una gran diferencia con la competencia, ejerza liderazgo en la industria y aumente sus ingresos”, indica.
- Apertura al cambio. Esto implica que la persona cuente con la capacidad de adaptarse rápidamente a las transformaciones no sólo llevadas a cabo al interior de una organización, sino que también aquellas que tienen lugar afuera de ella como, por ejemplo, cambios sociales, legales, etc. En el fondo, se requiere contar con una mentalidad más abierta y flexible, que impulse la innovación y las transformaciones al interior de las organizaciones.
- Empleo de las tecnologías. Conocer de cerca las principales tecnologías y tendencias en esta materia, así como usarlas para elevar la productividad y la eficiencia propia y de la empresa o institución donde se trabaja, resulta clave en el mundo de hoy. “Conceptos como Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, Big Data ya son parte de nuestra vida y, por ende, quien no los tiene incorporados juega en desventaja”, afirma el socio gerente de IT Hunter.
- Uso de las redes sociales. Emplear este tipo de herramientas en los tiempos actuales es fundamental para comunicar y comunicarse en forma rápida, intercambiar información, buscar oportunidades laborales, dar a conocer los productos y servicios que se ofrecen, etc.
- Dominio del idioma inglés. La mayoría de las tecnologías vienen en inglés. Asimismo, dicho idioma es la lengua de los negocios en el mundo de hoy. No dominarlo puede hacer que una persona se auto margine y, por ende, pierda muchas oportunidades laborales y de negocios.
- Habilidades blandas. Capacidad de escuchar, liderazgo, trabajo en equipo, empatía, manejo de la frustración, etc. son condiciones que se exigen a los profesionales y ejecutivos en la actualidad.
- Manejo de metodologías agiles. Es decir, aquellas metodologías orientadas a garantizar entregas continuas y rápidas dentro de un proyecto, el cual es dividido en partes para así acelerar su implementación y hacer más fáciles las correcciones al interior de ellas.
- Análisis del entorno. Habilidad para leer las señales del medio ambiente y detectar las tendencias emergentes que marcarán la pauta en una sociedad que es globalizada y cambiante.