Por: Vicente Vera V, Diario Financiero.
Un paso importante se concretó este miércoles cuando el Congreso despachó la Ley Fintech, que implicará la entrada de más actores al mercado que ofrezcan servicios tecnológicos financieros.
El nuevo marco legal establece que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) -encabezada por Solange Berstein- ampliará su perímetro regulatorio y fiscalizador, y comenzará a supervisar actores relacionados con el crowdfunding, sistemas alternativos de transacción, asesorías crediticias o de inversión y la intermediación de instrumentos financieros, cripto activos, entre otros.
Cuando se presentó al Congreso, el Ejecutivo detalló que la Ley FinTech implicaría un presupuesto de $ 1.200 millones durante su primer año y en régimen será un poco más de $ 1.044 millones.
Entre las directrices que le asigna la ley está desarrollar un marco normativo flexible y neutral, permitiendo adecuar la carga regulatoria de manera proporcional a los riesgos del servicio, actividad o agente.
Previo a aprobarse la iniciativa, la CMF reconoció en varias ocasiones que los desafíos de la ley incluyen una mayor carga regulatoria. La comisionada Bernardita Piedrabuena expuso en el Senado que la nueva ley requerirá desarrollar una arquitectura de datos, la implementación de hubs de innovación internos y capacitaciones.
Se estima que más de 100 nuevas entidades fintech entrarán bajo el paragua de la CMF.
La estructura interna
Consultado el regulador sobre cómo se estructurará internamente en cuanto a la supervisión y regulación de los nuevos fiscalizados, la CMF respondió que “ha estado trabajando durante los últimos meses en fortalecer sus capacidades internas para poder implementar en tiempo, forma y con los tiempos de consulta necesarios, las normas establecidas por la legislación, así como adecuar su marco de supervisión para registrar y supervisar a las fintech y el esquema de finanzas abiertas”.
La entidad recordó que en el proceso de implementación se contemplan una serie de etapas que incluyen: el proceso de emisión de la normativa; el registro de las entidades en los registros de la Comisión; la posterior aprobación o no de dichas entidades para el inicio de sus actividades; los procesos de supervisión de las entidades autorizadas a operar; y la generación de estadísticas e información en apoyo a los procesos de regulación y supervisión.
La Comisión reveló a DF que dichas tareas estarán a cargo de las áreas responsables de la regulación y supervisión en la Comisión en los ámbitos Prudencial y de Conducta de Mercado. Precisaron que “el modelo de regulación y supervisión de las fintech se basa en las actividades específicas que ellas realizan”.
Presupuesto y 17 funcionarios extra
Cuando se presentó la iniciativa al Congreso, el Ejecutivo detalló que la Ley FinTech implicaría un presupuesto de $ 1.200 millones durante su primer año y en régimen será un poco más de $ 1.044 millones. Dentro de este presupuesto se contempla la incorporación de 17 funcionarios adicionales a la CMF, lo que supondrá un gasto cercano a $ 924 millones.
Piedrabuena recalcó en el Congreso que “se requiere de recursos suficientes y plazos adecuados para las nuevas regulaciones y supervisar el mayor perímetro”.