Por: Martín Ayala V., Diario Financiero
El vertiginoso aumento de las nuevas tecnologías como la robótica y la automatización en el mundo se ha transformado en una amenaza latente para miles de empleos, en un contexto en que la pandemia aceleró proyectos de automatización. Desde hace unos años Chile viene formulando iniciativas de capacitación y de reconversión laboral, desde el mundo público, privados y conjuntas, que buscan entregar habilidades digitales los trabajadores con potencial riesgo de quedar obsoletos.
En 2017 las alarmas se encendieron cuando la consultora internacional McKinsey publicó un estudio sobre automatización e impacto en el mercado laboral de 54 países, en el que concluyó que más de la mitad de los trabajos estarían automatizados a 2055. En el caso de Chile, estimó que se automatizarían 3,2 millones de empleos, es decir, el 49% de la fuerza laboral, donde las industrias más afectadas serían la manufacturera, el retail y la agricultura.
El académico y director del diplomado en Transformación Digital de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, Sergio Bijman, dice que es un hecho que estas industrias serán las más afectadas, porque son labores repetitivas que no le agregan valor al proceso productivo, lo que genera un potencial de automatización. “Es una realidad que seremos la última generación más inteligente que sus máquinas. Los robots terminarán haciendo mejor cualquier cosa que requiera repetición, independiente del rubro”, dice Bijman.
El presidente ejecutivo de Accenture Chile, Nicolás Goldstein, comenta que la automatización abre un espacio para preparar a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías, tema en que el país ha estado rezagado, dice.
Según el estudio de Accenture, Technology Vision 2021, Chile es el país de la región más atrasado en capacitación de las personas en habilidades digitales. Solo el 64%, de las empresas proyecta una inversión en esta materia, lejos de Argentina donde la proyección es de 89%; en Colombia, 91%; en México, 92%; en Brasil, 86%; y en Perú 82%.
No obstante, “al menos el 85% de los ejecutivos (chilenos) afirman que ya deben comenzar a capacitar a sus colaboradores para trabajar en las nuevas tecnologías”, afirma Goldstein.
Benjamín Toselli, vicepresidente de la Asociación de Empresas Chilenas de Tecnologías de Información (ACTI), indica que hoy la demanda por capacitarse ha crecido en más de un 40% en comparación a dos años atrás, generado por el veloz avance de la tecnológicas en el último tiempo. “Hoy se necesitan más de 10 mil especialistas dedicados a temas de programación; como industria y con el apoyo del Estado, tenemos que preparar a la gente que está faltando, e incorporar a la que se está capacitando, pero falta garantizar que van a trabajar tres meses en una empresa”, dice.
Bijman de la FEN, plantea que hoy se debe capacitar a las personas que no están ligadas a la tecnología para que adquieran competencias para el futuro. “Ya hay iniciativas en desarrollo, como lo que está haciendo el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) con Talento Digital. Estamos avanzando, pero se requiere más”.
Es una iniciativa público-privada ejecutada por Fundación Chile y Kodea, y en la que participan la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Sofofa y la ACTI, y desde el gobierno el Sence, la Corfo y los ministerios de Hacienda, del Trabajo y el Ciencia y Tecnología.
Jeannette Escudero, directora ejecutiva de Talento Digital para Chile, señala que en los primeros dos años -2019 y 2020- participaron 4.700 alumnos con becas entregadas por Sence y Corfo. De estos, 3.700 ya egresaron.
“En 2021 ingresaron 3.850 alumnos, totalizando 8.850 -egresados o en cursos- en los tres años de funcionamiento. Destaco que el 36% de los matriculados estos años han sido mujeres”, afirma Escudero.
El programa cuenta con cursos orientados a la reconversión laboral ajustados a las necesidades del mercado, mediante bootcamps -programa de entrenamiento técnico intensivo- en temas como programación y diseño de plataformas, ciencia de datos y arquitectura cloud. Además, entregan cursos de emprendimiento digital, para que las personas puedan desarrollar sus propios negocios, fomentando el autoempleo.
La meta de Talento Digital es capacitar a 16.000 personas a 2022 y si bien aún no definen una nueva meta una vez cumplido el plazo, afirma que “entrenar al capital humano en habilidades para el mundo 4.0 será clave para la reactivación económica”.
Gremios como la Sofofa y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), están generando sus propias iniciativas para reconvertir a los trabajadores que se verán afectados por la automatización en las empresas de su ámbito.
Sofofa creó un área especializada en la formación de capital humano llamado OTIC Sofofa -que también participa del programa Talento Digital- que genera planes para la reconversión y otorga becas de capacitación.
Natalia Lidijover, gerenta de la OTIC, comenta que, en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Sence, investigaron la mejor forma de traer tecnología 4.0 para gestionar la reconversión. Encontraron en la Unión Europea ESCO, una clasificación de ocupaciones, competencias y cualificaciones específicas de cada trabajador, independiente de su puesto laboral. Tras la investigación, implementaron la plataforma Relink, que pregunta por experiencias laborales y formativas. Con esa información la herramienta va a la base de datos de ESCO y encuentra la ocupación con el set de habilidades que componen ese perfil para hacer un match con ocupaciones que emergen en el mercado laboral.
“Esto construye un inventario de habilidades para que las personas no partan de cero, ya que por más que haya quedado obsoleto su trabajo, sus habilidades no”, afirma Lidijover.
A la fecha, en Relink se han realizado más de 5.900 sesiones y se han registrado 2.700 usuarios. Ya han trabajado con Finning, tienen pilotos en el retail, con proveedores de la minería, banca, entre otras industrias.
La OTIC de la CChC ha observado diferentes estudios sobre la fuerza laboral “para abrir la conversación con datos sobre la mesa”, dice José Garay, gerente general de la corporación de capacitación de la CChC.
A nivel interno en la CChC, en 2021 iniciaron un proceso de reconversión, enfocado en personal que hace tareas manuales y repetitivas en áreas de operaciones -muchas administrativas- a los que se está capacitando en roles digitales con uso de herramientas tecnológicas, como asistencia virtual a clientes o revisión de documentos. “Eso es análogo y hoy está toda la tecnología disponible para que todo se haga de forma automática y digital”, dice Garay.
Comenta que hay trabajadores que entienden la situación, pero otros, no. Por ello, plantea que se requiere avanzar en el cambio cultural. “Muchas personas tienen el conocimiento del trabajo, pero les falta abrirse y tomar estas herramientas”.
Fuente: “El fin del Mundo tal y como como lo conocemos”. Marta garcía, 2019.