Por Renato Olmos, Diario Financiero
A mediados de 2021, los expertos ya sabían que la Transformación Digital (TD) en el sector público tenía ciertos rezagos respecto del cumplimiento de la Ley de Transformación Digital del Estado, que entró en vigencia en noviembre de 2019 y que establecía que 2024 sería el plazo para su implementación total obligatoria.
Un estudio liderado por la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile y en el que participaron la consultora Symnetics Chile y el conglomerado empresarial Grupo Imagine, concluyó que la mayoría de las entidades públicas sólo están en un nivel de madurez Iniciado y Principiante en materia de transformación digital.
El Índice de Madurez de Transformación Digital (IMTD) en el que participaron 23 organismos del Estado -11 instituciones gubernamentales de nivel central, 11 municipalidades y una gobernación regional- se basó en encuestas a los ejecutivos clave en TD de cada una de las reparticiones, realizadas en junio de 2021, pero cuyas conclusiones se conocieron esta semana.
El análisis abarcó preguntas en cuatro dimensiones: Estrategia (visión digital, foco ciudadano, modelo de gestión); Procesos (roadmap e iniciativas, procesos); Personas (gestión del cambio, cultura digital, talento digital, capacidad digital); y Herramientas (rol de TI, data y analytics; y gobernanza de datos).
Las respuestas permitieron categorizar la madurez de la transformación digital en cuatro niveles: Iniciado (organismos cuyo desarrollo va entre un 0 a 30%); Principiantes (30% y 60%); Intermedia (60% a 90%); y Maduro (90% y 100%).
Christian Cancino, profesor asociado del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la Universidad de Chile y uno de los autores del estudio, señala que el índice evalúa el avance de las organizaciones públicas en la materia, según la Ley de Transformación Digital del Estado, una regulación que busca impulsar a las organizaciones a invertir e involucrar recursos en tecnología, capacitación de personal, mejoras de procesos, e implementación de herramientas, para garantizar un avance en la gestión y servicios que se entregan de forma digital.
El análisis señala que un 63% de las instituciones públicas participantes están en un nivel Iniciado (17%) y Principiante (46%), mientras que un 38% está en nivel Intermedio; y ninguna en un nivel Maduro. Lo anterior estaría relacionado, según Cancino, a la “dificultad” de cambiar los procedimientos y procesos dentro de las reparticiones estatales, pues sería un ítem que demanda un largo plazo.
“Las instituciones no estaban preparadas para llegar a 2024 y cumplir con la ley sobre Transformación Digital. Cuando hicimos el estudio, a mediados de 2021, ya sabíamos que a esa fecha no llegábamos porque ninguna estaba en un nivel global maduro. Hay algunas que cumplen ese nivel en una arista, pero no integralmente”, explica Cancino.
Lo anterior, según el académico, estaría ligado a que las instituciones no estaban haciendo los esfuerzos suficientes en las cuatro dimensiones analizadas para llegar a cumplir con la ley. “Había dos vías. Ser conscientes de eso y poner más recursos al mundo público, o ampliar el plazo de la ley. Lamentablemente se optó por lo segundo”, comenta.
El nuevo plazo establecido es 2027.
Municipalidades, las más rezagadas
El estudio reveló que las municipalidades son el segmento que está más rezagado en su nivel de maduración en transformación digital, en contraste con los ministerios, los que estarían más avanzados.
“Aquí tenemos un problema porque cuando hacemos la comparación entre las municipalidades y los otros grupos analizados, como ministerios, vemos que los primeros están haciendo un esfuerzo bastante bajo en transformación digital”, afirma Cancino.
El problema radicaría no solo en la inversión, sino también en la capacitación de los funcionarios, cambios de los procesos internos y las estrategias de cada municipio. Otra barrera, dice, serían las competencias y habilidades del capital humano de estas instituciones.
Respecto de los ministerios, comenta que estos tienen la cualidad de priorizar las capacitaciones grupales a sus trabajadores. Sin embargo, repara en podrían mejorar la implementación de la estrategia de TD, pues serían procesos “naturalmente más lentos” de incorporar y de largo plazo.
Desafíos
Cancino -a pesar del escenario- afirma que ve espacios para mejoras en el sector público y plantea que la principal recomendación para avanzar hacia niveles de maduración en transformación digital recae en definir una estrategia y asignar recursos de manera descentralizada a través de alguna institución como el Gobierno Digital, la Subsecretaría de Desarrollo Regional o un Ministerio como el de Ciencias.
“Es importante no dejar al alero de cada tomador de decisión este punto. La priorización debe ser un tema estratégico en cada una de las instituciones, que reconocen la importancia de la transformación digital, pero es necesario invertir anualmente para avanzar en las cuatro dimensiones de manera balanceada”, señala.