Por: María José López, DF MAS.
Cuenta María José Martabit (40), abogada de la UC, que el nombre de su startup habla del foco de su emprendimiento. La historia señala que Teodora fue una actriz y bailarina bizantina, quien se casó con el emperador Justiniano en el año 523 DC.
“Fue una mujer muy destacada, que aconsejó a Justiniano en asuntos políticos y legales. Algunos dicen que fue la primera mujer jurista de la historia. Pero ¿por qué tan poca gente ha oído hablar de ella?
Podría deberse a que muchos historiadores la descartaron como una mera actriz (a menudo asociada con la prostitución en esos días) y como una mujer que tenía una inmensa ambición de poder y riqueza, y tenía un carácter arrogante. ¿Suena familiar? 1.500 años después, la discriminación sigue entre nosotros. Una y otra vez, discriminamos, tenemos prejuicios”, explica la abogada.
La historia de su legaltech -que está en etapa de prototipo y que pretende lanzar en 2023- se remonta a 2013.
Ese año la jurista y académica de la UC estudió un Máster en Propiedad Intelectual y Políticas Públicas de la Universidad de Washington, EEUU, y según cuenta, “me fasciné con la idea de que la tecnología y la inteligencia artificial pueden transformar positivamente la vida de las personas”.
En paralelo, hacía años venía estudiando el problema de la discriminación y cómo hacerle frente. “Así fue como a inicios del 2022 se me ocurrió la idea de crear un sistema de inteligencia artificial para tratar la discriminación por la vía de detectar una amplia variedad de sesgos en documentos y textos de cualquier naturaleza, en español y en inglés”, añade.
Confiesa que las primeras conversaciones con científicos expertos en IA y en ecosistemas de startups, le dijeron que su proyecto era casi imposible de realizar por la alta dificultad técnica. “Eso no me detuvo, y, por el contrario, me dio el impulso para emprender un nuevo desafío de mi vida, desarrollar un sistema de inteligencia artificial único en su especie, y para eso tenía que asociarme con los mejores del mundo en esta materia”, relata.
Fue así que,
a mediados del 2022, le presentaron a Ricardo Baeza Yates, experto mundialmente reconocido en IA, quien fue el primero que le señaló: “tu idea es posible de desarrollar y construir; y yo sé cómo hacerlo pues llevo 15 años investigando sesgos e inteligencia artificial’. Y se convirtió en su socio cofundador. A los pocos días invitaron al proyecto a Vladimir Araujo, quien bajo la guía de Ricardo comenzó a desarrollar los primeros algoritmos de Theodora desde Bélgica, pues allí está terminando su PHD en inteligencia artificial y Deep Learning for Natural Language Processing.
“Lo primero que teníamos claro, es que los prejuicios son principalmente inconscientes, por lo que atacarlos es muy complejo. Lo que hace Theodora es detectar los sesgos que las personas no pueden ver ni percibir en los textos. Una vez detectados los sesgos, las personas reciben sugerencias de alternativas de palabras, las que pueden ser aceptadas o rechazadas por quien esté usando el software. Discriminas sin saberlo. Y Theodora no solo te lo demuestra, lo corrige. Ese es un avance incuantificable”.
Pese a que la abogada no quiere referirse al asunto, ella misma fue protagonista de un caso de discriminación este año: presentó una demanda laboral al estudio Carey,
del cual fue ex asociada senior, por una supuesta discriminación de género y vulneración a la libertad de expresión. Denunció que tras intentar postular a ser socia, fue despedida sin justificación. El litigio se cerró con un acuerdo entre las partes: Carey pagó $ 55 millones.
Pensando en la expansión de Theodora, invitaron a
Karina Fernández-Stark, consultora internacional y Senior Fellow en el Center for International Development de Duke University en Estados Unidos, quien se incorporó como cofundadora y encargada de la expansión y estrategia de Theodora. El abogado Felipe Divin, por su parte, es el director legal y el equipo en total lo componen ocho personas repartidas en USA, Chile, Colombia y Bélgica.
“Queremos hacer posible, lo que antes parecía imposible. Todo lo anterior, con el fin de hacer frente al desafío universal de la discriminación para construir una sociedad verdaderamente inclusiva”.
Pese a que aún no hay lanzamiento oficial
-durante el 2023 esperan abrir operaciones en Chile, Colombia y México, mientras que en 2024 en el resto de LATAM y USA-, Theodora participó en el concurso internacional del BID LAB sobre “Challenge in gender and AI” y quedo pre-seleccionado entre los 20 mejores proyectos del mundo, ganando un entrenamiento intensivo tipo Boot Camp por dos semanas con destacados expertos en la materia a nivel mundial.
“Esperamos convertirnos en el próximo unicornio latinoamericano antes del 2030”, concluye.