Por: Sofía Neumann, Diario Financiero
El estadounidense master en diseño y tecnología David Carroll abrió su presentación en el Congreso Futuro afirmando que “en el futuro el valor de los datos superará al del petróleo”, frase que tomó prestada de un artículo publicado en The Economist, y con la cual busca impulsar la reflexión sobre el uso de los datos.
En 2018 Carroll se hizo conocido al reclamar su perfil de votante a la empresa británica Cambridge Analytica, firma que en 2016 uso datos de millones de usuarios de Facebook para influenciar la campaña del entonces candidato presidencial Donald Trump. Un episodio que quedó plasmado en la serie de Netflix Nada es Privado (The Great Hack).
Desde ese momento el académico, cuyo caso aún no se resuelve legalmente, ha liderado una cruzada por dar a conocer el impacto del mal uso de la data en los contextos políticos y porque los países generen derechos sobre la información que los ciudadanos publican.
“Hay una conexión entre abusar de los datos y difundir desinformación, ya que se pueden identificar audiencias que no cuestionarán y solo mostrarles a estas audiencias esa información. En una democracia, dos vecinos deberían poder tener un debate político sobre cómo van a votar por su comunidad. Si cada uno accede a conjuntos de información completamente diferentes, no pueden hablar juntos”, plantea Carroll.
-¿Cree que la ciudadanía es consciente del valor que revisten sus datos?
-La creencia actual de que no me importa mi privacidad porque no tengo nada que ocultar, refleja que no entendemos el tema realmente y estamos tomando decisiones basadas en la falta de comprensión. Podemos dar a las personas herramientas y obligar a las empresas a proporcionar información que permita sopesar lo que está en juego. Piensa en tu casa: ¿dejas que un extraño entre a tu pieza?
-¿Los países deben elaborar legislaciones que establezcan la protección de datos como un derecho?
-Sí, es un derecho esencial que debe equilibrar el poder de las empresas con el poder de las personas. Europa lo logró con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por su sigla en inglés). Ahora vemos que California en Estados Unidos está comenzando a lograrlo, con una ley que entró en vigencia el 1 de enero. La tradición europea ha tenido una historia de leyes y cumplimiento, lo que ha cambiado las prácticas de las empresas. Tenemos derecho a saber qué datos personales se están utilizando para que otras personas puedan ganar dinero y es necesario que los países avancen en políticas como el GDPR.
– Chile tiene una ley de 1999, que se critica porque no contempla los requerimientos del mundo actual. Hay un proyecto de ley de protección de datos, pero sigue en discusión…
-Estamos experimentando el mismo problema en Estados Unidos, donde las leyes deben actualizarse. En Europa, la ley por la que demandé a Cambridge Analytica es de 1998, es incluso más antigua que la de Chile, esto muestra que algunas regulaciones son mejores que otras. Sin embargo, lo más importante es la aplicación de la ley, por ejemplo, ¿hay fiscalizadores? ¿Hay investigaciones? ¿Hay castigos que sirvan como disuasivo para los malos actores?
-En Chile, una firma extranjera hizo un informe con data ciudadana de redes sociales para detectar grupos involucrados en el estallido social. ¿Esto se permite?
-Esta es una gran ilustración del problema que vemos. Si otro país estuviese recolectando datos europeos y abusando de ellos, dependería de los reguladores europeos hacer cumplir esas vulneraciones. Entonces, una vez que tenga estas leyes, la aplicación es importante. Si los chilenos tuvieran derechos sobre sus datos y una compañía estuviera abusando de ellos, habría un mecanismo para hacer cumplir las vulneraciones a la privacidad.
-¿Y qué acciones pueden tomar los actores privados como las redes sociales?
-Mejorar las políticas de privacidad, para que podamos entender mejor lo que estamos entregando y a cambio de qué. Algunas de las compañías ya han realizado cambios significativos para obedecer las leyes europeas, por ejemplo, descargar sus datos de muchas plataformas.
-La mayoría de los países está atrasado en regulación… ¿urge avanzar?
-Sí, porque los datos se intercambian en los mercados abiertos. En EEUU y otros países que no tienen leyes firmes, debe existir el derecho a conocer, exigir y el derecho a demandar. En lugares que ya tienen esto, como en la Unión Europea, necesitan avanzar con la aplicación, pues han sido muy lentos.