Por: Diario Financiero.
La innovación social busca dar respuesta a necesidades públicas y tiene dos dimensiones, la profundidad y la magnitud de la iniciativa, explica Julián Ugarte, director ejecutivo de SocialLab. “Estos últimos años han aparecido nuevos focos, una tendencia muy asumida en temas de salud mental y medio ambiente”. Las empresas, organizaciones y gobiernos han incrementado sus desafíos ambientales, para ser más eficientes y consumir menos.
Un eje importante en su análisis son las tendencias en el emprendimiento que se reflejan en los reportes y desafíos de empresas. “Al evaluar las necesidades y las soluciones que se proponen, se crean sensores que dan información sobre lo que ocurre en terreno y sobre lo que hay que resolver”.
Los criterios ESG -ambientales, sociales y de gobernanza corporativa- también están en su análisis. Y a través de encuestas ciudadanas sigue de cerca los problemas que aquejan a la población de distintos países.
- Le gusta leer al economista y premio Nobel de Bangladesh, Muhammad Yunus. De él destaca el libro El banquero de los pobres: Los microcréditos y la batalla contra la pobreza en el mundo.
- Ve frecuentemente la revista de Innovación Social de Standford -Stanford Social Innovation Review-, y segue a personajes como Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia.
- Por último, sigue a emprendedores que califica como importantes por los cambios que han implementado en el mundo. Desde Peter Diamandis, cofundador de la Universidad de Singularity, hasta chilenos como José Manuel Moller, fundador de Algramo.
- Las tendencias de inversión son clave en su análisis, por eso revisa publicaciones de BlackRock y Business Roundtable.
- El Foro Económico Mundial le entrega “información interesante de economía y medio ambiente”, como el primer reporte The Net-Zero Industry Tracker, que destaca los desafíos de las industrias para llegar a un 2050 con cero emisiones netas.
- La Singularity University de Silicon Valley es su fuente para chequear avances en tecnología, biotecnología, nanotecnología, robótica e inteligencia artificial. “Siempre reviso los tracks -pistas- de tecnologías exponenciales y transformadoras”.
- También revisa datos de pobreza del Banco Mundial y reportes de organizaciones no gubernamentales.
- El gasto del país en I+D lo consulta, pero afirma que “está mal hecha la medición, se asume que un cierto porcentaje del Producto Interno Bruto se gasta en I+D, pero no logra visualizar todos los recursos que usan realmente los emprendedores”.
