Guerrero Olivos refuerza área minera y ficha a abogada de PPU

 

Por: Karen Peña, Diario Financiero.

Un nuevo movimiento interno se está gestando en la vereda legal en medio de un agitado ambiente de discusión en materias mineras. Tras casi 11 años en Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, la abogada María Paz Pulgar aterrizará el próximo 1 de agosto en Guerrero Olivos con una relevante misión: reforzar el área minera de la firma a través de un foco especial en el desarrollo de proyectos, en particular, de proyectos mineros.

En el marco de un proyecto que tiene el estudio Guerrero Olivos de expandirse y profundizar sus áreas de práctica como parte de un crecimiento programado, surge la inquitud de incorporar al equipo de Recursos Naturales -donde se abordan temáticas como agua, medioambiente, energía y minería- una pieza relacionada particularmente al desarrollo de proyectos mineros.

Según explica Pulgar, esto se aleja un poco de la práctica más transaccional, es decir, vinculada -por ejemplo- a operaciones de compra, venta y/o fusión. Más bien, este nuevo foco se refiere a planificaciones estratégicas, obtención de permisos, relación con las comunidades y autoridades, y litigios de mayor complejidad.

"Hoy está sumamente complejo poder llevar a efecto nuevos proyectos de inversión y, en esa lógica, hacer una planificación estratégica desde el inicio del desarrollo es súper conveniente, porque eso te va a permitir hacia adelante tener ya directrices más claramente planteadas", explica la también académica de la Universidad de Chile al ser consultada.

En esa línea, la propuesta de la firma de abogados es acompañar desde etapas iniciales a los titulares que impulsan proyectos de inversión, incluso cuando estos aún no han ingresado a la evaluación ambiental. Por ejemplo, dice Pulgar, en proyectos que no son tan grandes o que no tienen tanta experiencia, se evita acercarse a las comunidades pensando que el hecho de acercarse puede anticipar un eventual conflicto. "La verdad es que hoy es una estrategia que no es muy exitosa, sino que es mucho más conveniente hacerlo al revés y desde el día uno ir a presentarse como un buen vecino", enfatiza.

Sinergias y experiencia multidisciplinaria

En cuanto a cómo se inserta esta propuesta respecto a lo que realizan otros estudios de abogados, Pulgar puntualiza que en general los temas mineros tienen dos grandes áreas de desarrollo: el espectro transaccional y las temáticas propiamente técnicas. "La idea que tenemos es integrarlo, cosa que el cliente llegue el día uno y diga 'lo que quiero es adquirir un proyecto, adquirir una participación en un proyecto o quiero empezar a desarrollar un proyecto de exploración' y llegar desde ahí con la asesoría completa en forma integral", detalla.

Y con integral, dice, apunta tanto a las disciplinas como a las distintas etapas que tendrá el proyecto hacia adelante.

Así, como es algo que se desarrolla menos o que es más innovador, de acuerdo a la abogada, "la idea es presentar el producto". "En el fondo, pasa a ser un producto nuevo y como tal tienes que darlo a conocer acercándonos a las compañías que anticipamos que podrían verse afectadas por estos escenarios. Y ofrecerles entonces esta asesoría más integral, más completa, a largo plazo, y especialmente dar a conocer la diferencia que puede significar una planificación temprana versus hacerse cargo del conflicto una vez que esté ya presentado", enfatiza.

En la práctica, considerando que ya existe un equipo en Guerrero Olivos, la idea es crear sinergias y aprovechar esa experiencia multidisciplinaria: "En aquellos aspectos que tienen que ver más con temas medioambientales o con temas de permisos, con temas de litigio, la idea es trabajar en conjunto con las áreas especializadas que tienen ya funcionando."

"Se han ido complejizando las exigencias"

Pulgar, quien ha asesorado a importantes empresas mineras y de recursos naturales, reconoce que "efectivamente la industria minera ha ido sufriendo a lo largo de los últimos años una situación en que se ha ido complejizando los requisitos y exigencias para poder desarrollar un proyecto minero".

Si bien aclara que no es exclusivo de la minería en cuanto a que -por ejemplo- hay proyectos de energía o portuarios que están viendo la misma situación, sincera que "la minería tiene como una carga adicional de 'mala reputación' y en ese sentido se ha ido generando -no solo en Chile sino a nivel global- como una animadversión respecto de lo que es la industria minera". Esto, a pesar que -según dice- la industria ha ido modernizando mucho sus procesos y ha tomado bastante consciencia de afectar el entorno lo menos posible.

Y, por el lado de la regulación, "estamos enfrentados a exigencias más complejas, más complejas de cumplir y además a criterios de interpretación de las normas, incluso aquellas ya existentes hace bastantes años, pero interpretaciones mucho más restrictivas y mucho más exigentes en cuanto a los umbrales que tienen que cumplir los proyectos para lograr su aprobación".

Y recalca: "En este momento lo que estamos viendo o enfrentando es una redefinición de la forma en que se va a relacionar la industria minera con los otros actores de la sociedad". ¿Por qué esta redefinición -que es un fenómeno que se está dando a nivel global- "porque la alternativa es simplemente dejar de desarrollar proyectos mineros".

Respecto a los proyectos mineros hoy, señala que "los temas más complicados que estamos enfrentando son aquellos relacionados con los las autorizaciones ambientales, los permisos y las relaciones con la comunidad".

Pese a todo, sostiene que no solo se necesitan proyectos de litio y "esta es una oportunidad espectacular para Chile para poder desarrollar esa industria a mayor nivel, sino también vamos a necesitar proyectos de cobre, cobalto, en fin. Hay otros minerales entonces que también son indispensables". En esa línea, reconoce que lo que se está anticipando como industria es que se intensifique por un lado la inversión, pero destinada al desarrollo de proyectos nuevos.

En cuanto al trabajo que se está impulsando respecto al litio, asegura que el desafío será que esa nueva regulación o nuevo marco que se establezca contenga la flexibilidad suficiente para que en la práctica los proyectos puedan ser desarrollados.

"Si lo que hacemos es crear una nueva institucionalidad rígida, en la práctica puede ser que no se otorguen los incentivos o se realicen las medidas para que esta nueva industria que estamos tratando de fomentar en la práctica efectivamente se desarrolle. Necesariamente tendrá que ser una regulación moderna, ágil y flexible, lo cual en ningún caso quiere decir de otorgar a nadie facultades sin límite o que puedan depredar o arrasar con el medio ambiente", advierte.