Por: Sofía Neumann, Diario Financiero
Fue en 2009, mientras realizaba su tesis para titularse de la carrera de Antropología, cuando la estadounidense Samanta Radocchia comenzó a estudiar las criptomonedas.
Desde entonces, la experta, que se presentará este jueves en la tercera edición del Singularity University Summit Chile, organizado por Singularity University, señala que ha logrado mezclar la antropología con el blockchain. Apuntando a esto, Radocchia sostiene que los cambios culturales, que se manifiestan en el ecommerce y las nuevas formas de remuneración por el teletrabajo, llevarán a nuevos métodos de pago, como las criptomonedas.
“El blockchain es el futuro del dinero. Actualmente existe una moneda global que está ligada al poder de los países; hoy es el dólar, pero más adelante podría ser el yen. En el futuro quizás se reconozca a las monedas virtuales como algo global y no estarán relacionadas al poderío de las naciones”, dice la antropóloga.
Apostando a otros usos de esta tecnología, la especialista, que en 2017 fue nombrada en la lista Forbes 30 Under 30 de tecnología empresarial, cofundó Chronicled, empresa de blockchain que apunta a montar casos de uso para las cadenas de suministros de compañías.
Radocchia plantea que la tecnología permite incorporar trazabilidad en las cadenas de suministros y que, a través del seguimiento en tiempo real de los productos, los consumidores finales tienen más transparencia de lo que están adquiriendo en diferentes industrias.
Una de los mercados a los que está apuntando la compañía y, donde han tenido mayor éxito, es el farmacéutico. Radocchia explica que propusieron una solución interoperable basada en blockchain llamada proyecto MediLedger que permite a las compañías farmacéuticas registrar números de serie únicos en blockchain y rastrear los medicamentos a medida que avanzan por la cadena de suministro.
Sumado a eso, actualmente la firma está apuntando a nuevas funciones, como asociar el monitoreo de temperatura con dispositivos con Internet de las Cosas (Iot), gestionar la cadena de custodia de productos críticos, como medicamentos personalizados y certificar materias primas de los remedios.
Con respecto a la implementación en las compañías, la experta dice que ha percibido restricciones “principalmente porque suelen tener procesos complicados y ponen resistencia a integrar nuevas herramientas”.