Por: Teresa Espinoza, Diario Financiero
La pandemia y grandes cambios tecnológicos y regulatorios, además una agitada coyuntura social y política, tienen al sistema financiero altamente desafiado. Las cinco panelistas que participaron en el webinar “Líderes en el mercado financiero, compartiendo claves y desafíos”, organizado por DF y la agencia Vinculación, lo saben bien, pero no se amilanan. Al contrario.
María Eugenia Norambuena, gerenta general de Principal Compañía de Seguros de Vida; Paulina Yazigi, gerenta de inversiones Nogadela y miembro del comité de fondos soberanos; María Victoria Doberti, SVP División Finanzas y CFO de Scotiabank Chile; María Alicia Montes, asset allocation AFP Cuprum y presidenta CFA Society Chile, y Rosario Celedón, exvicepresidenta CMF, compartieron experiencias sobre su trayectoria profesional, entregaron algunas claves y se refirieron a las complejidades que enfrenta este rubro. El encuentro online fue moderado por Andrés Meirovich, director de la Asociación Chilena de Venture Capital.
Tomar riesgos
“Lo principal es atreverse. No hay que tener miedo, y si fracasas en ese cargo, no significa que vayas a fracasar después”, afirmó María Eugenia Norambuena. También es importante armar redes de apoyo y saber decir que no, si ves que no estás realmente preparada, añadió.
Para Paulina Yazigi, las palabras claves para crecer profesionalmente en este rubro esto son: excelencia, esfuerzo, empatía y educación. Y María Victoria Doberti agregó flexibilidad.
María Alicia Montes destacó que como el sector financiero tiene una base técnica bien importante, un consejo fundamental es prepararse constantemente. Además, tener un plan, con metas definidas y un alto estándar profesional y ético.
Rosario Celedón compartió la opinión de que hay que tomar riesgos y buscar esos desafíos y oportunidades que hagan sentido respecto a los distintos proyectos de vida, pero al mismo planteó que “el crecimiento profesional no es necesariamente una carrera ascendente, de repente supone cambiar de giro, buscar espacios de movilidad interna dentro de las organizaciones, ir conociendo otras perspectivas”. A su juicio, ello “requiere paciencia también, menos ansiedad”.
En cuanto a las complicaciones o trabas que pueden enfrentarse, Paulina Yazigi mencionó la maternidad y sostuvo que, por un lado, la sociedad debe hacerse cargo del tema de la corresponsabilidad y, por otro, las empresas no pueden ver el posnatal como una especie de vacaciones.
María Alicia Montes aconsejó, sobre todo a quienes quieran formar una familia, buscar alternativas de flexibilidad en las empresas y conocer y recurrir a sus jefes, porque a veces ahí pueden encontrar el apoyo que necesitan, como le sucedió a ella.
“Un consejo para todas las que vienen es que tienen que ser ellas mismas, lo que se valora por sobre todo es la diversidad, esa diferencia de opinión que contribuye al crecimiento de las compañías”, recomendó María Eugenia Norambuena.
Específicamente sobre una posible ley de cuotas, dijo que es un asunto en el que ella cambió de opinión. Antes consideraba que era innecesario, porque las mujeres son igual de capaces y por todos los beneficios que trae la diversidad, pero transcurrido el tiempo “me fui dando cuenta de que hay que romper la barrera y una forma de hacerlo son las cuotas”. Planteó que no es sostenible mantenerlo, pero sí para hacer el quiebre, para que las mujeres puedan entrar por primera vez a círculos que hoy están cerrados, como directorios y altas gerencias.
María Victoria Doberti contó que, en el caso del Scotiabank, una de las cosas más relevantes que se hizo fue lograr estandarizar los procesos de contratación. “Procuramos que en las ternas siempre exista una mujer, a lo menos. Y otra cosa que ha sido tremendamente importante es que nos dimos cuenta que teníamos cierto sesgo cuando entrevistamos a una mujer”. Ahora, dijo, las preguntas son bien asépticas y a nadie se le pregunta cosas que tengan que ver con el tema de género.
“Eso fue un tremendo paso y nos abrió un mundo respecto a las alternativas de candidatos”, señaló.
Consideró que hay muchas prácticas de este tipo en las empresas y el secreto para avanzar es compartirlas y probarlas. También, apuntó, “nosotras tenemos un rol súper clave en comunicar nuestra historia y hacerla cercana para que más gente se entusiasme, se anime y se inspire en estas experiencias”.
Desafíos potentes
Rosario Celedón comentó que, tras 20 años en el sector, en distintos puestos y roles, “me parece que sigue siendo un espacio en el que uno puede aportar”. Y sobre todo le entusiasma que los desafíos “son muy potentes”, especialmente en la recuperación económica.
También planteó que en el contexto en que estamos hoy “una cosa básica es hacer un esfuerzo para mantener la credibilidad, legitimidad y explicar en simple cuál es el rol del sector financiero para las personas, los hogares y las empresas”. En su opinión, “las instituciones que no logren explicar bien cuál es su rol en este ambiente de bastante desconfianza, van a enfrentar escenario difícil; hay una misión bien relevante de transparencia, de crear relaciones creíbles con los clientes y de poner una mirada de más de largo plazo, de sostenibilidad”.
Junto con la anterior, añadió, el cambio tecnológico “genera una oportunidad enorme para que el sector financiero pueda atender a más gente y solucionar mejor las necesidades”. La pregunta es cómo desde el sector público y del sector privado se va logrando materializar eso, comentó.
Paulina Yazigi coincidió en que hay un desafío en acercar la industria financiera con las personas y lo vinculó con el cuestionamiento que existe al poder en general. En lo más cercano, estimó que la tarea es “sortear la incertidumbre que vamos a tener este y el próximo año”, tanto por la reforma constitucional como por las elecciones presidenciales y parlamentarias. “Con eso, más todos los ruidos que tenemos del exterior, tenemos dos años en el corto plazo que el mercado financiero va a tener que sortear grandes desafíos”, dijo.
María Victoria Doberti catalogó lo que viene como desafíos “enormes”. Opinó que la banca está súper desafiada por regulaciones, a veces complejas de implementar y que van poniendo trabas para, por ejemplo, la inclusión y la llegada a más clientes. “Creo que viene un escenario complejo, donde vamos a tener que ponernos muy creativos, porque queremos realmente ser un aporte a la sociedad”, afirmó.
“Para que esta confianza opere, el sistema financiero tiene que poder responder ante los problemas chicos, pero también los grandes. Y eso significa que tiene que haber instituciones robustas y grandes, lo cual muchas veces se confunde con el poder”, complementó María Alicia Norambuena. Necesitamos, agregó, pensar bien cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar, cuál es la regulación que se necesita para lograr esos objetivos y eso sumarlo a retomar la confianza de los clientes.