DF Lab Opinión / La necesidad de un software sostenible

 

Por: Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile.

Tenemos tan integrada la tecnología digital en nuestras vidas, que muchas veces olvidamos que está ahí. Sin embargo, el aumento del uso de la tecnología en el mundo tiene un costo que no siempre es evidente para el usurario final. La huella de carbono.

Se ha calculado que desde 2007 la proporción del sector de las TIC en la huella de carbono mundial pasó de 1,5% al 4% y las cifras siguen en aumento. Si bien es difícil hacer cálculos a tan largo plazo, algunos expertos estiman que las TIC podrían llegar al 14% de las emisiones mundiales en el año 2040.

Por lo anterior, los directores de informática y sus empresas tienen un papel fundamental en el impulso de la sostenibilidad en la economía global y en la ayuda para que el mundo logre la red cero. Las empresas deben explorar la necesidad de una mayor alineación entre las estrategias de tecnología y de sostenibilidad. Una de las áreas clave para lograrlo, es la ingeniería de software.

El “software verde” tiene un gran potencial para impulsar un cambio en la sostenibilidad de las TI empresariales. Sin embargo, a pesar de que el software no emite carbono por sí mismo, el hardware en el que funciona, sí. Esto implica que la forma en que diseñamos, desarrollamos e implementamos el software puede tener un gran impacto en la huella de carbono. Por lo tanto, debe ser una parte integral de la estrategia de sostenibilidad.

Impulsar el uso de prácticas de desarrollo eficientes, reducir el consumo de energía de los modelos de inteligencia artificial (IA), repensar el diseño de blockchain, entre otras, son algunas de las prioridades del software ecológico.

La infraestructura en la nube es un gran ejemplo del potencial. Investigaciones de Accenture sugieren que el impacto del carbono de la migración a la nube pública podría ser el mismo que el de retirar 22 millones de autos de la calle. Otro punto importante es que no es necesario realizar una migración a gran escala a cloud para mejorar la sostenibilidad. Muchas veces, incluso los cambios más sencillos pueden lograr una gran diferencia. La clave está en encontrar el equilibrio entre el rendimiento del software y el consumo de energía que funciona para cada caso de uso individual.

La necesidad de colaboración es otro punto clave. Trabajar con el ecosistema es fundamental para hacer posible la sostenibilidad a escala. Los retos son demasiado complejos y sistémicos para que una organización pueda resolverlos por sí sola. Pensemos de nuevo en el software ecológico. Basta con pensar en todos los nuevos conjuntos de habilidades, especificaciones de diseño y estándares interindustriales necesarios para impulsar la adopción de los principios de desarrollo verde. Por eso el trabajo con el ecosistema es vital.

La clave es estar preparados, no reaccionar. La tecnología es una herramienta clave para ayudar a los ecosistemas empresariales a apoyar el viaje a la red cero. Pero, no debemos olvidar que tenemos el reto de hacer la propia tecnología más sustentable. Los directorios deben revisar sus estrategias de sostenibilidad y situar estos dos elementos en el centro, para encaminarnos hacia un futuro más sustentable.