Por: Hernán Orellana, consultor en Transformación Digital y director de Bci
Preparar a los niños y jóvenes para tener éxito en la era de la Inteligencia Artificial es un tema urgente, conscientes de los rápidos avances en las tecnologías de IA que vemos a través de chatGPT y otras similares. A medida que la IA avanza, es esencial que la educación se adapte para brindarles a los estudiantes las habilidades y competencias necesarias.
En primer lugar, pensamiento crítico y resolución de problemas: el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas serán fundamentales para analizar situaciones, generar soluciones innovadoras y tomar decisiones informadas.
En segundo, creatividad y pensamiento innovador: La creatividad humana es un aspecto que la IA aún no puede igualar. Fomentar la imaginación, la originalidad y el pensamiento innovador permitirá a los estudiantes destacar en áreas donde la creatividad es crucial, como la resolución de problemas complejos, la generación de ideas y la toma de decisiones éticas.
Tercero, habilidades sociales y emocionales: A pesar de los avances tecnológicos, las habilidades sociales y emocionales seguirán siendo vitales. Las habilidades de comunicación efectiva, trabajo en equipo, empatía e inteligencia emocional permitirán a los jóvenes interactuar y colaborar de manera efectiva con otros en un mundo cada vez más interconectado.
Cuarto, aprendizaje continuo y adaptabilidad: La IA y otras tecnologías emergentes están en constante evolución. Por lo tanto, es fundamental desarrollar una mentalidad de aprendizaje continuo y la capacidad de adaptarse a los cambios rápidamente. Fomentar la curiosidad, la autodirección y la capacidad de aprender de manera independiente será esencial para tener éxito en un entorno en constante transformación.
Quinto, ética y responsabilidad digital: Con la creciente presencia de la IA, es importante inculcar valores éticos y responsabilidad digital en los estudiantes. Deben comprender las implicaciones éticas y sociales de la tecnología y desarrollar una mentalidad de uso responsable y seguro de la misma.
Es importante destacar que estos aspectos deben integrarse en el currículo educativo y promoverse a través de enfoques pedagógicos innovadores que fomenten la participación de los estudiantes, ya que el aprendizaje efectivo sólo se logra a través de la experimentación y el “aprender haciendo”.