Por: Diego Larraín, CTO y Co-Fundador de Arch.finance.
En los últimos años, la tecnología blockchain utilizada usualmente en los cripto activos, ha ido ganando terreno en el mundo de los negocios y las finanzas, por sus múltiples características, en particular en términos de seguridad.
¿En qué consiste? Es una base de datos descentralizada y encriptada, es decir, que no puede ser modificada una vez escrita (inmutable) y transparente, que se utiliza para registrar transacciones y almacenar datos. Este tipo de tecnología utiliza una red de nodos para verificar y validar las transacciones, lo que garantiza la integridad y la seguridad de la información almacenada en la cadena de bloques. Es por esto que, ha sido un gran aliado frente a los hackeos; los cuales junto con el avance de la tecnología lamentablemente han aumentado.
Los ciberataques subieron el primer trimestre y Chile es el tercer país con más afectados en la región, según el informe “Panorama de Amenazas Q1 2023 -Chile y Latam, de Entel Ocean”. Además, si tenemos como contexto que, según el 'Centro de Respuesta para Emergencias Informáticas de Israel (CERT)', los ciberataques cuestan US$ 6.000 millones diarios a la economía mundial; y Chile está entre los países con más incidentes durante marzo, esto resulta un tema a considerar a nivel país.
Para profundizar en el blockchain hay que entender cómo nace, ya que ha sido antecedida por otros tipos de tecnología. Los comienzos del internet, Web 1.0, se basaban en hiperenlaces, mientras que la Web 2.0, lo hizo en las redes sociales desde fines de la década de los 90. Actualmente, la Web 3.0 se sustenta en la tecnología blockchain, comúnmente conocida a través de las criptomonedas y sus cadenas en bloque. Sin embargo, es una tecnología que dentro de poco estaremos usando para todo, sin siquiera percatarnos. En el caso de internet, desde su creación ha evolucionado significativamente y se ha convertido en una herramienta esencial para la productividad, conectividad y eficiencia en la sociedad moderna, alcanzando, según el Digital Report 2023, a más de 5.000 millones de personas en el mundo, lo que representa el 64% de la población total.
Frente a estos datos, resulta sensato considerar que este tipo de tecnología en unos años más será adoptada a nivel global en todas las escalas, no solo en el mundo de los cripto activos o los sistemas de pago, al igual que pasa en la actualidad con la Web 2.0.
Es por esto que, pese a que es una tecnología todavía emergente, es importante que como país avancemos en una regulación para este tipo de tecnologías que permita un desarrollo acelerado y sin incertidumbres, donde podamos aprovechar los beneficios en ciberseguridad de este sistema para poder almacenar información de forma segura, con mayor trazabilidad y accesibilidad.