Por: A. Rivera, Diario Financiero
Desde hace unos ocho años que el ingeniero comercial, Alejandro Feuereisen, y el ingeniero civil, Juan José Besa, fundadores de Wholemeaning y primos, incursionan en Inteligencia Artificial (IA). Primero fue en consultoría y desarrollo, pero en 2015, apostaron de lleno por lo segundo.
Crearon una herramienta con IA que analiza la información de los correos electrónicos, de cara a mejorar la tasa de respuesta de los ejecutivos de servicio al cliente de cualquier empresa, desde financiera hasta una mesa de ayuda. Un paso, que les significó convertirse en emprendedores Endeavor en 2017.
Alejandro Feuereisen, CEO de Wholemeaning, comenta que la herramienta surgió para atender la necesidad de un cliente bancario, que detectó que la falta de respuesta de los emails afectaba los resultados. “En los correos había un 40% de oportunidades comerciales que se perdían. Además, cada cliente insistía en promedio tres veces para obtener una solución a un problema”, afirma Feuereisen.
Crearon un asistente inteligente para el ejecutivo, que tiene la capacidad de filtrar los correos, analizar la información y priorizarla, para mejorar la tasa de respuesta y la productividad de la empresa. Opera a través de un semáforo, que es un plug-in anexo al email, que los clasifica en función de las necesidades corporativas.
“El semáforo prioriza la carga de trabajo y alerta de las oportunidades comerciales y de los tiempos para responder. Además, entrega indicadores relevantes para la supervisión del gerente de ventas, como reportes de oportunidades segmentados por zona, producto o monto”, explica Feuereisen.
Respecto del impacto, afirma que lograron subir la tasa de respuesta a 99% y bajaron los tiempos de 48 horas a una hora. Además, detectaron que el Índice NPS, que mide lealtad y satisfacción del cliente, mejoró un 37,4%.
El emprendedor comenta que el objetivo en el mediano plazo es crear una “supermáquina” integrada con las plataformas y bases de conocimiento de una compañía, para hacer más eficientes los procesos que hoy se transforman en cuellos de botella.
El desarrollo de la herramienta demandó una inversión de US$ 800.000 en dos años, los que levantaron de amigos, familia, ahorro y una firma tecnológica de Estados Unidos.
Feuereisen señala que están en proceso de levantar capital, para lo cual están en conversaciones con 80 fondos de inversión de EEUU, México y Sudamérica. Esperan recaudar entre US$ 3 millones y US$ 5 millones a junio de este año, los que destinarán a consolidar el producto y financiar un plan de expansión a EEUU y Latinoamérica, con foco en México, donde abrirán una operación completa en agosto próximo. “La estrategia es copar América Latina en dos años. Desde Chile abarcaremos Perú, Colombia y Argentina, y desde México abordaremos Centroamérica”, afirma Feuereisen.