Por: Expansión
El futuro está más cerca que nunca, pues en el ejercicio del derecho ya se puede hablar de informáticos forenses, de especialistas en búsqueda electrónica, de expertos en soporte a la litigación o en edición de documentos legales, de una nueva clase de mediadores y expertos en resolución de conflictos, en smart contracts, big data o ciberseguridad. Todos son parte de la extensa lista de nuevos perfiles que necesitará la industria.
A juicio del socio director del Estudio Ecija en España, Alejandro Touriño, “todos los sectores cambian, y los abogados tendrán que adaptarse a un nuevo entorno, por lo que se necesitarán profesionales del sector jurídico expertos para responder a las nuevas necesidades”.
Raúl Rubio, socio responsable de tecnologías de la información y comunicación, e Ignacio Vela, director de equipo del área de tecnologías de la información y comunicación en Baker McKenzie en el país ibérico, coinciden en que, en cada sector o área, la intervención del abogado será diferente.
Ambos subrayan la importancia que tiene la llegada de las tecnologías digitales y de nuevos fenómenos como la inteligencia artificial, con el uso de software y algoritmos que influyen en la toma de decisiones. Rubio y Vela advierten sobre las nuevas tendencias que cambian la función legal, “que deja de ser un soporte y está cada vez más próxima al negocio, convirtiéndose en un área estratégica en las organizaciones”.
Los expertos de Baker McKenzie añaden que “con la robótica o el big data, los reguladores actúan con miedo frente a la innovación y respecto a dónde nos llevarán los cambios tecnológicos. Esto genera un marco regulatorio cada vez más complejo, que hace que el abogado sea cada vez más protagonista”.