Por: Isabel Ramos Jeldres, Diario Financiero
La carrera de los bancos centrales por desarrollar una criptomoneda nacional ya tiene un líder. El Banco Popular de China inició este mes pruebas internas de su moneda digital, llamada pago electrónico en moneda digital (DC/EP, su sigla en inglés) en cuatro ciudades del país: Suzhou, Shenzen, Xiong’an y Chengdu.
Las autoridades cuentan con el respaldo de una serie de empresas internacionales, que serán parte del piloto, entre ellas McDonald’s, Starbucks y Subway, según publicó el diario local SCMP.
Otros medios han dicho además que el distrito de Xiancheng en Suzhou les pagará a los funcionarios del gobierno un 50% de sus subsidios de transporte en DC/EP -la versión en soporte digital del yuan- en mayo.
La moneda tendría su debut oficial poco después de que se realicen los ejercicios piloto, pero la prueba de fuego sería en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
Si bien China parece sacar una amplia ventaja a otros países, el trabajo ha sido largo. Se inició en 2014, con la creación de un grupo de trabajo para estudiar la factibilidad de lanzar una criptomoneda, y ha tenido una fuerte participación del sector privado. Bancos estatales, gigantes tecnológicos y otras organizaciones contribuyeron en la investigación y los esfuerzos de implementación, explicó a DF el presidente de FinTech4Good, Xiaochen Zhang, quien asesoró al banco central.
Según el experto, la implementación se ha visto facilitada en China porque muchas ciudades de ese país son ejemplos de “sociedades sin efectivo”. El año pasado, las trasacciones móviles llegaron a 347 billones (millones de millones) de yuanes (US$ 49 billones), lo que representa cuatro de cada cinco pagos.
“Los ciudadanos son muy avanzados en el uso de tecnología de pago digital como Wechat Pay o AliPay para manejar transacciones diarias y administrar sus actividades financieras. Todo esto prepara a China para ser uno de los primeros en introducir una moneda digital del banco central en el mundo”, aseguró.
La criptomoneda oficial permitiría reducir el riesgo: si falla el sistema de pagos móviles o se produce una crisis, la gente podría recurrir al efectivo, pero hay cada vez menos en circulación. Esto se solucionará con las billeteras móviles autorizadas por el banco central, que permiten hacer la conversión entre efectivo y dinero digital, verificar el saldo de cuenta corriente y hacer pagos.
Pero además la criptomoneda juega un rol social, ya que “refuerza la efectividad de implementar el alivio cuantitativo, permite que los bancos centrales mejoren la eficiencia de la supervisión y construye un vínculo sólido entre los bancos centrales y las personas desfavorecidas”, agregó Zhang.
Si bien el banco central chino puede tener la ventaja, no es el único jugador en una carrera contra el tiempo. Según una encuesta del Banco Internacional de Pagos, realizada el año pasado a 66 bancos centrales, un 80% dijo que estaba trabajando en una criptomoneda. Cerca de un 40% que había progresado de investigaciones a experimentos y un 10% había desarrollado proyectos piloto.
Otro de los países líderes en el desarrollo de una criptomoneda digital es Suecia, que comenzó a probar una e-corona de su Riksbank en febrero.
El acelerador fue activado por el lanzamiento de Libra, la moneda digital de Facebook. El alcance global de la red social le permite ser un rival de peso ante las monedas tradicionales.
La Asociación de la Libra, el grupo con base en Suiza que Facebook creó para emitir y gobernar la divisa virtual, planea ofrecer una moneda estable respaldada por la moneda de cada país donde opere.
Esto permitirá que cualquiera con un teléfono inteligente pueda enviar dinero a otra persona, sin costos, sin intermediación y de forma instantánea. Pero los banqueros centrales han planteado dudas sobre Libra, ante la ausencia de un marco regulatorio global.
La Reserva Federal de Estados Unidos está considerando el desarrollo de una criptomoneda, un cambio respecto de su postura previa. El Banco de Corea, por su parte, dijo a principios de abril que estaba revisando los aspectos técnicos y legales de introducir su moneda digital. Eso sí, las pruebas empezarían recién en 2021.
Asimismo, en enero, los bancos centrales del Reino Unido, la zona euro, Japón, Canadá, Suecia y Suiza acordaron participar en una investigación conjunta sobre una moneda virtual.