Por: Carolina León, Diario Financiero
Confinamiento y teletrabajo se ha convertido en la combinación que está explicando la remodelación de parte de algunos hogares. Incluso, algunas personas han optado por dejar atrás los departamentos y cambiarse a casas, idealmente más grandes y con patio.
Todo con la finalidad de hacer más ameno el día laboral y la crianza de los hijos.
Es que el encierro llevó a varios a mirar con otros ojos el espacio. Y lo ocurrido en el plano hogareño también se trasladó a las empresas, que han comenzado a reevaluar su sede y el presupuesto asociado. Así, algunas han movido parte de sus instalaciones a otras zonas y localidades ya sea para acercarse a sus trabajadores, bajar costos o, bien, ajustarse de mejor forma a la expansión del comercio online.
En Estados Unidos varias firmas tecnológicas han optado por dejar Silicon Valley, moviéndose a lugares como Austin (Texas) para mejorar la calidad de vida de su plantilla y para acceder a los beneficios tributarios que entregan estados como Texas a las empresas.
Incluso, Elon Musk dijo hace unos días que se mudó a Texas después de vender sus casas en Bel Air (Los Ángeles, California) a principios de año.
El fenómeno ha aterrizado en el país, donde algunas compañías han empezado a impulsar cambios y traslados de sus instalaciones.
Y en casos como Intime, firma que comercializa ropa interior, cobró más sentido la mirada prepandemia.
El socio de la empresa, Jorge Nazal, relata que recientemente iniciaron una remodelación de sus instalaciones ubicadas en el barrio Matta -comuna de Santiago Centro- y también están avanzando en el traslado de las áreas administrativas a otras comunas.
“El tema se ha estado tratando con un mayor sentido de urgencia desde hace dos años aproximadamente, mayoritariamente por la necesidad de contar con una nueva infraestructura logística acorde a la exigencia de los tiempos”, explica el ejecutivo, quien detalla que a raíz del Covid-19 hubo un aumento significativo del e-commerce, lo que agilizó la toma de decisión.
Debido a la pandemia, dice, se reconsideró en forma unánime el impulsar un cambio radical en la infraestructura actual del centro de distribución. “Consideramos que estábamos ubicados geográficamente en un lugar óptimo y central en Santiago y, además contamos con terrenos aledaños que nos permiten crecer orgánicamente sin alterar los traslados de nuestros trabajadores”, relata.
Pero la remodelación del centro de distribución no ha sido lo único. La empresa también optó por trasladar al barrio El Golf toda su área administrativa, un sector que -agregaron desde la firma- es más asequible para sus trabajadores.
Ahí cuentan con oficinas aledañas al Metro y con estacionamientos, “lo que también facilitará la llegada del personal, y los metros cuadrados eliminados del centro de distribución también se usarían para aumentar la cadena logística de despacho”, agrega.
Nazal sostiene que todas las decisiones fueron pensadas en no alterar la calidad de vida de los trabajadores, teniendo como objetivo mejorar su calidad de vida al ahorrar tiempo en traslados.
“Hemos determinado que una empresa depende mayoritariamente de su personal, los traslados largos y tediosos afectan drásticamente la eficiencia y el ambiente laboral de una empresa”, expone.
Y, dado el contexto de pandemia, están aplicando turnos diferenciados para evitar aglomeraciones en el centro de distribución.
Una decisión adicional se relaciona con incluir bicicleteros, “ya que la cercanía del personal con sus hogares permite aumentar el uso de este medio de transporte”, subraya Nazal.