El experto británico sostiene que modelos comerciales como el arriendo de scooter no han resultado ser rentables ni sustentables. Para incentivar la transición hacia la economía circular, plantea un impuesto al desperdicio.
Dice que muchas mujeres han congelado sus empresas. Aboga por la creación de un fondo intermedio entre el “capital abeja y el semilla”, mentoría, becas y simplificar las postulaciones a los recursos públicos.