Por: Por Juan Bello, Business Head LatAm de GlobalLogic
Una de las palabras que más escuchamos durante 2020 fue “aceleración”. Gracias a la pandemia asistimos a fenómenos impensados: el crecimiento exponencial del teletrabajo, una adopción de la nube prácticamente generalizada y un interés por la inteligencia artificial que se traduce en un número de proyectos cada vez mayor.
La innovación no parece que vaya a detener su marcha en 2021. IDC predice que la infraestructura en la nube crecerá 26,7% en Latinoamérica el próximo año. La motivación que produjo esa aceleración fue la supervivencia: las empresas necesitaron apostar a sostener la continuidad de sus negocios. Hoy estamos en una etapa superadora: la de entender en profundidad qué oportunidades nos aportan estas nuevas tecnologías y usarlas a nuestro favor para competir y ganar de cara al futuro.
Volviendo al mencionado informe de IDC, 48% de las organizaciones de la región indicaron que se ubican en la segunda etapa del ciclo de recuperación de la pandemia, enfocándose en el manejo eficiente del ROI. Mientras un 13% afirma seguir en la instancia de crisis, un 22% asegura haber pasado a la tercera fase (la resiliencia operacional), un 8% considera estar en la etapa de aceleración, con incorporación de soluciones direccionadas a mejorar el negocio y un 10% considera que está en una etapa de innovación.
Los marcos tecnológicos más destacados pueden resumirse en arquitecturas serverless, por un lado, y una combinación de inteligencia artificial y machine learning por el otro. Con esta base, es posible avanzar sobre los principales conceptos que se están trabajando en la actualidad: desde automatización de procesos hasta conocimiento profundo del cliente, desde propuestas incrementales de realidad virtual y realidad aumentada hasta aplicaciones prácticamente infinitas de internet de las cosas y desde inteligencia comercial hasta el modelo de sistemas adaptativos, es decir, aquellos que son capaces de aprender de sus interacciones y generar cambios a partir de eso. Datos de Statista estiman que la inversión regional en inteligencia artificial alcanzará este año nada menos que US$ 1.340 millones, muy por encima de los US$ 860 millones de 2020.
La digitalización casi forzosa a la que nos motivó la pandemia no necesariamente refleja una verdadera transformación cultural. En muchos casos, las empresas continúan viendo la tecnología como una mera herramienta y generando por lo tanto soluciones que resultan complejas o poco prácticas para los usuarios. No se trata de “programar software” ni de incorporar los nuevos conceptos tecnológicos sin ton ni son, con el objetivo de subirse a una ola, sino de definir una visión clara del negocio y avanzar hacia el producto atravesando desde el diseño estratégico hasta la puesta en marcha con el foco centrado en el diseño.
En ese sentido, el mencionado concepto de serverless, es una arquitectura pensada para implementar aplicaciones con total independencia del servidor, de los procesos que deben ejecutarse para que funcione o de cualquier actividad de aprovisionamiento, administración o escalamiento de hardware.
“Aceleración” es una palabra engañosa, que puede significar que estamos yendo hacia algo mejor a toda velocidad, pero también que nos estamos apresurando para chocar contra un paredón. Cuando pensemos en nuestro próximo producto digital, levantemos la mirada hacia el largo plazo y cerciorémonos de que lo que tenemos por delante es el futuro de nuestro negocio.