Por: Reuters
Los bancos centrales y los reguladores financieros deben enfrentarse urgentemente a la creciente influencia de las “grandes tecnologías”, según los altos cargos del Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Los organismos de control mundiales se muestran cada vez más cautelosos ante la posibilidad de que las enormes cantidades de datos que controlan grupos como Facebook, Google, Amazon y Alibaba les permitan remodelar las finanzas tan rápidamente que desestabilicen sistemas bancarios enteros.
En un documento dirigido por su director, Agustín Carstens, el BPI señala ejemplos como el de China, donde las dos grandes empresas tecnológicas de pagos acaparan ya el 94% del mercado de pagos por móvil.
En muchas otras jurisdicciones, las empresas tecnológicas también están estableciendo rápidamente su presencia, y algunas de ellas también conceden préstamos a particulares y pequeñas empresas, además de ofrecer seguros y servicios de gestión de patrimonios.
“La entrada de las grandes empresas tecnológicas en los servicios financieros plantea nuevos retos en torno a la concentración de poder en el mercado y la gobernanza de los datos”, señala el documento del BPI publicado el lunes.
El documento añade que existe la posibilidad de establecer “normas específicas basadas en las entidades”, especialmente en la Unión Europea, China y Estados Unidos.
“Cualquier impacto en la integridad del sistema monetario derivado de la aparición de plataformas dominantes debería ser una preocupación clave para el banco central”.
Las stablecoins -criptomonedas vinculadas a las monedas existentes- y otras iniciativas de las grandes tecnologías podrían suponer “un cambio de juego” para el sistema monetario, añadía el documento, si su entrada da lugar a sistemas de bucle cerrado reforzados por los efectos de red de los datos extraídos de las redes sociales o las plataformas de comercio electrónico.
Podría conducir a una fragmentación de las infraestructuras de pago en detrimento del bien público. “Dada la posibilidad de que se produzcan cambios rápidos, la ausencia de plataformas actualmente dominantes no debería ser motivo de tranquilidad para los bancos centrales”, afirma el documento.
Afirma que deben anticiparse a los acontecimientos y formular políticas basadas en posibles escenarios en los que las iniciativas de las grandes tecnologías ya están remodelando los pagos y otras partes de los sistemas financieros.
“Los bancos centrales y los reguladores financieros deben invertir con urgencia en el seguimiento y la comprensión de estos desarrollos“, añadió. “De esta manera, pueden estar preparados para actuar rápidamente cuando sea necesario”.