Por: EFE
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, alertó hoy del uso que los gobiernos hacen de las nuevas tecnologías para acosar a los defensores de los derechos humanos y a la sociedad civil.
“En algunos países, la vigilancia masiva del público se ha convertido en la norma, violando el derecho a la privacidad y a la vez permitiendo la violación de una gran cantidad de otros derechos”, dijo la expresidenta chilena en un discurso en Sídney.
Sin mencionar directamente a ningún país como China, Bachelet señaló que herramientas nuevas como el reconocimiento facial para vigilar a la ciudadanía aumenta la presión sobre el libre ejercicio de derechos fundamentales.
La alta funcionaria de la ONU también alertó del uso de las redes sociales para propagar mensajes de odio, y puso como ejemplo el atentado contra dos mezquitas en marzo pasado en Nueva Zelanda en el que el autor retransmitió la matanza.
Bachelet señaló que el ataque fue seguido de demandas de una mayor regulación de las redes sociales para prevenir la difusión de actos de odio y violencia pero insistió en la necesidad de que estas reformas legales no violen otros derechos.
“Debemos tener en cuenta que cualquier regulación que cambie la manera en la que operan las plataformas de internet y lo que muestran afectará a millones de personas (…) su derecho a la libre expresión o la libertad de reunión o asociación”, aseguró Bachelet.
“Una regulación mal planteada supone el riesgo de eliminar el espacio a muchas formas legítimas de expresión”, añadió.
La comisionada de la ONU también pidió a Australia que se una a los esfuerzos en la lucha contra la emergencia climática, tras recordar al país oceánico -uno de los principales contaminadores del planeta con sus exportaciones de combustibles fósiles- las olas de calor, sequía e incendios que padece.
“El futuro de los jóvenes de hoy estará condicionado por las políticas climáticas que adopten los líderes ahora ¿Les responderemos con la negación de una verdad inconveniente, desafortunada pero muy visible sobre lo que pasa?”, se preguntó.
Bachelet alertó además sobre el resurgimiento del nacionalismo, acompañado de un fuerte racismo, discriminación y xenofobia, lo que podría influir en las políticas públicas “con consecuencias peligrosas y alarmantes”.
En este sentido, arremetió contra la política australiana de detención obligatoria y prolongada de los solicitantes de asilo que intentan llegar al país por la vía marítima, y las referencias discriminatorias contra estas personas, en especial las que profesan el islam.