Abogados analizan los alcances de la discusión que se abriría en el sector forestal

 

K.Peña y P.Vargas, Diario Financiero.

En medio de los incendios y el debate político que encendió la declaración del Presidente de la República, Gabriel Boric, respecto a que se tiene que tener una discusión de más largo plazo con el tema de la industria forestal, “una regulación distinta”, diversos abogados consultados por DF comentaron el alcance que podría tener el eventual debate. La consigna parece indicar que la solución no necesariamente se debiera traducir en un cambio legal.

Guillermo Zavala, Counsel PPU, asegura que hoy no existe una regulación sobre la industria forestal. Según explica, existe regulación sobre las plantas industriales (fábricas de celulosa y papel y grandes aserraderos), pero son tratadas como toda gran industria y no en especial por ser forestales. Por otra parte, agrega, “lo que pretenden en una suerte de regulación sobre la plantación forestal bajo la premisa de que estas plantaciones se hacen a costa del bosque nativo, olvidando que las grandes plantaciones se hicieron sobre suelos degradados por la agricultura. Es decir, se plantean como enemigos de lo forestal relativo al pino y eucalipto”.

Mientras, la abogada de Guerrero Olivos, Francisca Pellegrini, precisa que hoy hay una amplia regulación en el sector forestal, tanto a nivel ambiental como sectorial, en la cual el Estado cuenta con facultades para determinar medidas de prevención, y especialmente medidas de fiscalización y sanción.

“Habrá que ver si éstas últimas son lo suficientemente disuasivas. La normativa actual podría tener ajustes a nivel legal y a nivel reglamentario, pero si se habla de una reformulación del sector y su regulación, en ese caso el Ejecutivo deberá presentar un proyecto más integral al Congreso y darle urgencia para su discusión y aprobación”, afirma.

Añade que lo importante será centrarse, mientras se dé esa discusión, “en aplicar proactivamente medidas eficaces e inmediatas y que también están en su esfera de control, como mayor dotación presupuestaria a CONAF, mayor dotación de profesionales y de aviones que permitan combatir estos incendios”. “Así como también una política de fiscalización eficaz y preventiva, ya que estos incidentes se dan cada vez con mayor frecuencia y una ley puede llegar demasiado tarde”, enfatiza.

Sin embargo, sobre cómo podría una ley mejorar la situación en cuestión, la socia de Eelaw, Paulina Riquelme, dice que es importante tener presente que “las leyes no mejoran las situaciones”. “Las situaciones se mejoran con planificaciones”, recalca. Así, desde su perspectiva, “una ley no es la solución. La solución es ordenamiento territorial que permita establecer zonas de amortiguación entre las zonas de cultivos y las ciudades, pero además es importante establecer ciertos deberes ciudadanos para los propietarios de terrenos particulares, porque ellos deben tener la obligación de proteger las tierras respecto de incendios y otras actividades ilegales”.

El socio de Estudio Fermandois, Ignacio Urbina, aporta una mirada más allá. A su juicio, “la industria forestal ha desempeñado un rol importante en las últimas décadas para evitar el deterioro de suelos, así como para detener la deforestación en nuestro país, junto con contribuir a la economía de las regiones con mayor presencia de la industria”. Por ello, puntualiza el también doctor en derecho ambiental, “sería prudente que cualquier modificación de la regulación forestal venga acompañada también de un mayor compromiso estatal por el desarrollo sostenible, así como del estado de derecho, orden y seguridad en las regiones donde se desenvuelve la industria”.