Gran preocupación se desató el pasado viernes luego que la compañía española Teléfonica fuera víctima de un ciberataque provocando inseguridad por su posible efecto sobre millones de usuarios y los servicios.
“Vivimos en una era de volatilidad sin precedentes. Factores económicos, demográficos y geopolíticos, junto a adelantos tecnológicos, están creando una nueva realidad” corporativa, advierte la firma de gestión de riesgos AON en su reporte Encuesta Global de Riesgos 2017, donde evaluó la percepción de 1.843 organizaciones en todo el mundo.
Daño a la reputación
En el sondeo bianual, las empresas revelaron que el daño a la reputación y a la marca es su principal preocupación, elemento que se ve exacerbado por el impacto de las redes sociales que ayudan a divulgar más rápidamente los escándalos a los que pueden estar vinculadas.
“Mientras que los productos defectuosos, las prácticas comerciales fraudulentas y la corrupción siguieron siendo amenazas clave, los medios sociales de comunicación han amplificado su impacto” y han llevado a las firmas a ser más vulnerables.
En tiempos en que todo se da a conocer a través de Internet con una velocidad casi instantánea y en que incluso se inventan noticias, se hace cada vez más difícil que las organizaciones logren identificar problemas y se preparen para hacerles frente.
Delitos cibernéticos
A ello se suman los crímenes cibernéticos que han ido evolucionado hasta la organización de ataques coordinados.
Los “hackeos” han pasado a ser el principal riesgo para las empresas de Norteamérica aunque la misma percepción se replica en todo el mundo. De hecho, en el reporte de este año, el escenario de riesgo informático dio un importante salto desde la novena a la quinta posición entre las principales preocupaciones de las empresas y se mantiene como una amenaza latente incluso hasta 2020.
“Para AON este es el riesgo que mayor impacto generará en el futuro. Con la globalización y la tecnología que la acompaña, estas situaciones serán cada vez más comunes. Ninguna empresa está ajena”, comentó Jorge Ramírez, director ejecutivo de AON Chile.
Riesgo político
En plena época del Brexit, de avance de las medidas proteccionistas en Estados Unidos y del incremento de las propuestas populistas en Europa y el resto del mundo, el ámbito de los negocios –especialmente los que operan en mercados emergentes– volvió a ubicar a la incertidumbre política entre los diez principales enemigos potenciales.
Este tipo de riesgos “aumentan el costo de hacer negocios y de la inversión a largo plazo” y hacen casi imposible tomar decisiones comerciales bajo un panorama incierto, explica el reporte de AON.
Considerando una perspectiva hasta el año 2020, los riesgos parecen ser los mismos, aunque cambia el orden de las prioridades. La desaceleración económica desplaza a la reputación empresarial como la principal preocupación, lo que demuestra que muchas empresas creen que se avecinan tiempos de otra recesión.
Fuente: Diario Financiero