Por: Florencia Donoso, Diario Financiero
El alza de morosidad y las nuevas regulaciones podrían afectar el dinamismo de la banca en el segundo semestre, según coincidieron distintos analistas consultados por
DF.
“Necesitamos seguir apoyando a clientes que están en dificultad de pago. La morosidad ha crecido y, por lo tanto, necesitamos que cada uno de los bancos trabaje con sus clientes”, comentó este lunes el presidente de la Asociación de Bancos (ABIF), José Manuel Mena, en entrevista con
DF.
El analista de BICE Inversiones, Ewald Stark, destacó que uno de los mayores desafíos del sector será el aumento de los impagos.
"La morosidad ha estado en alza y esto podría significar que el crecimiento de las colocaciones tarde en reactivarse", señaló.
Coincidió con esta visión
el analista de estudios Corporate & Investment Banking de Bci, Francisco Domínguez, quien añadió
"el avance en la mora podría conllevar a que los bancos expandan su gasto en provisiones. Probablemente, sea uno de los desafíos más importantes para el segundo semestre".
Respecto de los bancos que podrían verse más afectado por un alza de la morosidad, Domínguez indicó que, aunque depende de muchos factores, uno a analizar es el tipo de exposición específica que tenga cada actor, y su relación con el negocio de créditos a personas (consumo e hipotecarios) y comerciales.
“Depende mucho de lo que pase en cada segmento, qué políticas pueden haber, dónde son las principales incidencias económicas, entre otras”, señaló.
Por su parte, el gerente de Deals de PwC Chile, Agustín Herrera, resaltó que los bancos expuestos a industrias más complicadas, como la construcción, enfrentarán escenarios más complejos.
"Grandes empresas están entrando en reorganización de pasivos, donde el sistema bancario opera como principal acreedor", explicó Herrera.
Sin embargo, una posible baja de tasas podría tener un impacto positivo en la banca, especialmente en aquellos actores con mayor exposición a carteras de consumo. "Beneficiaría a los bancos con mayor exposición a carteras de consumo, como Falabella y Ripley", afirmó Stark.
Agregó que “el crecimiento en carteras de consumo es usualmente más sensible al nivel de tasas de interés de corto plazo”.
Mientras que Herrera añadió que "a menor tasa, menor el costo del crédito para el consumidor final, lo que significaría un mayor dinamismo en la economía y un mayor acceso al crédito".
Riesgos regulatorios
Según un reciente estudio de Deloitte publicado este miércoles en
DF, la implementación gradual de los estándares normativos de Basilea III, que deberían finalizar el próximo año, ha llevado a una disminución en las holguras de capital de la banca chilena, y según la “Big Four”, esta reducción implicará que los bancos tengan que revisar sus planes de capitalización.
Sin embargo, el analista de Bci sostuvo que los bancos han ido internalizando los estándares de Basilea III.
“Van manteniendo una holgura constante con respecto a los requerimientos de capital. Esto es, saben cuánto se viene y se van preparando, adaptando y ejecutando las estrategias que les permitan computar estos patrimonios efectivos hacia el balance que la CMF está requiriendo”, indicó.
Stark coincidió: “Los bancos están muy bien capitalizados para enfrentar las exigencias de Basilea III, por lo que no creemos que las operaciones estén siendo presionadas específicamente por las exigencias”, puntualiza.
Por otro lado, Herrera advirtió que, dado que los estándares normativos exigen aumentar las reservas de capital, presiona a la baja la rentabilidad sobre el patrimonio, "lo que presiona a tener estructuras más livianas y eficientes, mientras que al mismo tiempo mejorar la gestión de riesgo, supervisión y disciplina”.