La hora de las startups que crean inteligencia artificial en Chile

Por: Martín Ayala, Diario Financiero

El ecosistema nacional de emprendimiento de base científica tecnológica pasa por un momento histórico, tras los casos de éxito que están dando qué hablar a nivel internacional y con el nacimiento de startups cada vez más sofisticadas, que han desarrollado soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA).

Para el director ejecutivo de Endeavor, José Manuel Correa, la implementación de IA en el país es reciente, ya que antes era visto como una “tendencia estadounidense”. Hoy, la situación ha cambiado y según cifras de Endeavor, hay más de 100 firmas chilenas utilizando IA para construir y entregar sus servicios.

Entre ellas, destacan los dos unicornios -empresas valorizadas sobre los US$ 1.000 millones- chilenos, Cornershop y la FoodTech NotCo. A ellas se suman otras startups que están cambiando la forma de hacer las cosas con IA; como Odd Industries y el desarrollo de la visión artificial, Gauss Control, que predice accidentes laborales, Wetech de monitoreo remoto, Spike Lab, laboratorio de innovación de datos, Protera, que desarrolla proteínas funcionales o Wholemeaning, que analiza mensajes de consumidores.

El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, señala que en los últimos cinco años han notado un aumento de los emprendimientos de base científica tecnológica con foco en IA en Start-Up Chile, la aceleradora pública de Corfo. Desde su origen en 2010, los emprendedores utilizaban tecnologías, pero ninguna con IA. Sin embargo, hace dos dos años la situación comenzó a cambiar y hoy “contamos con más de 70 trabajando con IA”, dice Terrazas.

Respecto a las industrias en las que se utilizan, tanto Terrazas como Correa, comentan que la IA es transversal a los sectores productivos, pero sí han visto una tendencia en áreas como finanzas, construcción, logística y minería.

Flavia Buchmann, Karim Pichara, Matías Muchnick y José Menendez, parte del equipo de NOTCO

NotCo, el unicornio

Ese crecimiento permitió que aparecieran referentes en el país. Uno de los casos emblemáticos y líderes en el uso de la IA, es la FoodTech NotCo. Fundada en 2015, se hizo conocida por lanzar una mayonesa sin huevos, gluten ni productos artificiales, que el lunes pasado se transformó en el segundo unicornio del país.

Karim Pichara, doctor en Ciencias de la Computación y el CTO de la startup, comenta que estaba dedicado a la docencia, cuando Matías Muchnick lo contactó para combatir el impacto ambiental que trae la fabricación de los alimentos en el mundo. Desarrollaron una IA que bautizaron como “Giuseppe”, un algoritmo capaz de generar fórmulas de alimentos basándose en ingredientes vegetales, imitando el sabor y la textura del original. Hasta ahora, esta IA, una especie de “chef”, ha dado con las fórmulas de Not Mayo (mayonesa vegetal), Not Milk (leche vegetal), Not Icecream (helado vegetal), Not Burguer (hamburguesas vegetales) y carne molida, su último producto.

“La compañía se inició gracias a la existencia de una tecnología sin precedentes, sin ella no existiríamos”, dice Pichara.

Explica que hay dos formas de operar con IA, una es adoptar las suit (paquetes) que ofrecen las multinacionales tecnológicas tipo Amazon y la otra es desarrollar IA desde cero, como NotCo.

Correa dice que este auge de startups que apuestan por la IA está gatillado por nuevos referentes como NotCo y se debe en gran parte a que los emprendimientos han logrado entender “las nuevas necesidades y tendencias de la sociedad”, ligadas a disminuir la explotación de materias primas o animales, ser menos contaminantes y poner al centro de la operación al bienestar de la persona.

José Rafael Campino, fundador de Gauss Control

En este contexto nació Gauss Control en 2013. La empresa fundada por el ingeniero civil, José Rafael Campino, buscaba “generar un impacto en la sociedad” y salvar vidas previniendo accidentes laborales.

Comenzaron midiendo los datos disponibles de sus clientes empresas e incorporaron sensores para capturar data de más de 18 mil trabajadores de sus 25 clientes, como Antofagasta Minerals, Anglo American, SQM, BHP, ENAP, Copec, AB-InBev y Cervecerías Chile, entre otras, los que posteriormente son analizados por IA.

“Tenemos sensores en las cabinas de los camiones para medir el sueño y pulseras en cada transportista para revisar su calidad de descanso. Eso lo metemos a una licuadora que, gracias a la creación de un algoritmo de IA diseñado por nosotros, predice la probabilidad de que la persona tenga un accidente”, explica Campino.

Esta probabilidad se relaciona a la fisiología del ser humano más que a capacitaciones o protocolos. Por eso se enfocan “en la persona, su calidad de vida y en la fatiga humana, que es la principal causante de los accidentes”, afirma Campino.

Les llevó cuatro años desarrollar la primera versión operativa del algoritmo, la que han ido perfeccionando, agregándole más información y ajustándolo a diferentes variables para volverlo más predictivo.

 

Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo

Otra de las startup que ha apostado por IA es Odd Industries, fundada en 2018 por Leo Prieto, para hacer más eficientes los procesos de industrias -como construcción y forestal- la aplicación de visión computarizada o artificial, para “entender el mundo real y el natural”.

A fines de 2020 Arauco adquirió un porcentaje mayoritario de la firma, pero Prieto y el equipo siguen en la administración y desarrollo. En este contexto, hace un par de semanas anunciaron la creación de Lemu, un atlas de la biósfera para la conservación de ecosistemas, que contendrá datos, mapas e información geoespacial del mundo natural de diversas fuentes, con imágenes satelitales y otras que serán analizadas con visión artificial para extraer datos que va más allá de lo que ve el ojo humano.

“El desarrollo tecnológico nunca parte de cero, sino que se incorporan nuevas aplicaciones para desarrollar soluciones. Nosotros formamos nuestra propia tecnología para aplicarla a los problemas que queremos resolver. Aplicamos la IA para convertir los datos del mundo real, en datos estructurados que podemos procesar y entender”, explica Prieto.

Barreras: desconfianza y financiamiento

Pero estos tres casos no han estado exentos de limitaciones, principalmente en el inicio de sus operaciones. Los fundadores de estas startups coinciden en dos barreras: desconfianza de los clientes y el financiamiento.

Campino de Gauss Control recuerda que en sus primeros años los clientes no creían en su solución; incluso fue expulsado de una reunión por un cliente que consideró idílica su propuesta. “Uno viene con una solución innovadora, abstracta e intangible como la IA y no te creen porque algunas son industrias muy tradicionales que recién se están transformado”, dice.

Leo Prieto y equipo de ODD INDUSTRIES

En sus 20 años emprendiendo, Prieto de Odd Industries comenta que la desconfianza no es algo solo de Chile, ya que en países más desarrollados ha recibido los mismos portazos en la cara. “Muchas industrias no están acostumbradas a esta tecnología porque son conservadoras y les da miedo dar el paso. Hoy podemos ver industrias más digitalizadas, pero tardó 20 años”, dice.

NotCo vivió un proceso similar. Pichara comenta que ante la falta de éxito de otros emprendimientos en Chile no había confianza de los inversionistas, “nadie quería correr ningún riesgo y nosotros buscábamos también alguien que nos empujara,y conectara con nuevos mercados”.

No obstante, cree que esto se irá solucionando a medida que surjan nuevos éxitos y más startups innovadoras porque “los inversionistas verán que si no lo hacen ellos, otro se lanzará a la piscina”, afirma Pichara.

NotCo cerró esta semana su serie D por US$ 235 millones, recaudando a la fecha US$ 330 millones de fondos a inversionistas extranjeros, alcanzando una valorización de US$ 1.500 millones.

Gauss Control también se enfrentó a la falta de financiamiento privado. Sin embargo, se adjudicó $ 300 millones de Corfo y hace un año cerraron una serie A por US$ 1,5 millones junto al fondo Invexor Capital. “Corfo nos ayudó a levantar lo que hoy tenemos. El privado no entiende que el capital de riesgo tiene que correr riesgo y no consiste en apoyar cuando el proceso es exitoso”, afirma Campino.

José Manuel Correa, director ejecutivo de Endeavor

Correa agrega que estas firmas parten con nada, un par de computadores, trabajan en un cowork y “eso los deja afuera inmediatamente del sistema. Hoy ya se están empezando a dar cuenta de cómo funcionan y se quieren adaptar”, indica.

Terrazas de Corfo, dice que es consciente de que el financiamiento es un problema para emprender, por lo que ellos se han mostrado como una alternativa flexible en comparación a la banca. “Nuestras líneas de subsidio están diseñadas para apoyar el desarrollo tecnológico”, dice.

Escalando por el mundo

Correa de Endeavor señala que las empresas de base científico tecnológica “nacen pensando en solucionar problemas globales” y esta es la lógica detrás de los emprendimienros de Prieto, Pichara y Campino.

“ODD Industries nació para ser global”, afirma Prieto. Su atlas de la biosfera fue lanzando en simultáneo en tres continentes -América, Europa y África- desde donde trabajan 25 personas en nueve ciudades. “Partimos de cero, por lo que es muy difícil estimar nuestro crecimiento, pero esperamos crecer infinito”, dice.

Gauss Control ya tiene conversaciones para dar el salto regional, principalmente a Perú, Colombia y México. En 2022 espera llegar a Estados Unidos o Australia y en paralelo esperan crecer en otras industrias propensas a accidentes, como el área de la salud. “El personal sufre con los turnos y productos del cansancio cometen errores, lo que se puede mitigar. Queremos ir atacando una industria diferente cada semestre”, proyecta.

NotCo quiere seguir impactando al mundo con nuevos productos que dejen a los animales fuera. No obstante, saben que para generar el verdadero impacto deben ser más las compañías que tomen su camino. Por ese motivo, trabajan para ofrecer su tecnología “Giuseppe” a fines del 2021 como un servicio al resto de la industria alimenticia.

Pichara señala que la tecnología que desarrollaron les ha permitido generar fórmulas únicas de sabores, texturas y resolver problemas que aparecen en la creación de un producto. “Queremos que otras compañías puedan subirse a Giuseppe y mejoren sus procesos. Esto nos valida como una empresa tecnológica y científica”, comenta.