Por: Montserrat Toledo, Diario Financiero
Participar de un evento presencial junto a miles de personas y tener una reunión cara a cara con inversionistas extranjeros, son -hasta ahora- recuerdos de una vida anterior a la pandemia. Pero, aunque suena lejano, volverá a ocurrir en menos de 100 días.
Entre el 1 de octubre y el 31 de marzo, Emiratos Árabes Unidos (EAU) será sede de la primera feria universal pospandemia: la Expo Dubai 2020, que estaba pensada para el año pasado, pero que se pospuso por el Covid-19.
Ante el aplazamiento y la situación interna -pos estallido social y en plena pandemia-, Chile había decidido restarse de la Expo, pero el anfitrión ofreció su apoyo y las autoridades optaron por sumarse a la feria de la que participarán 179 países, y que recibirá más de 10 millones de personas en seis meses.
La crisis implicó reinventar lo que se tenía diseñado, y el pabellón de Chile será un centro de negocios “orientado a la reactivación económica y apoyar así a nuestras Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) y emprendedores”, explica el comisario ante la Expo y embajador en EAU, Jorge Daccarett, quien precisa que se busca aumentar las exportaciones nacionales y atraer nuevas inversiones.
En una apuesta por la austeridad y por vincular a las firmas chilenas con el mundo, el presupuesto nacional se redujo a US$ 2,5 millones -desde los US$ 7 millones originales-, equivalente a un 8% de lo invertido en versiones anteriores de eventos universales similares.
“Hemos establecido una alianza público-privada que nos ha permitido generar un nutrido calendario temático”, dice el director general de ProChile, Jorge O’Ryan, quien adelanta que se articularán 19 semanas temáticas para llevar misiones comerciales, realizar activaciones y eventos. “Para el caso de Chile, esta es la primera vez que se concibe un pabellón orientado casi exclusivamente a un público profesional”, cuenta el jefe de la entidad que coordina la participación nacional en el evento.
Desde enero, el subcomisario ante la Expo y gerente comercial y de asuntos corporativos de Arauco, Charles Kimber, ha trabajado en aunar fuerzas entre el sector privado y la organización, con el fin de recaudar recursos para la misión. Nueve empresas están comprometidas el objetivo, para lo cual dice que la “CPC y Sofofa han sido actores fundamentales”.
Se trata de Banco de Chile, Arauco, Codelco, Agrosuper, el Consejo Exportador de Alimentos, Dp World, SQM, CMPC y Orizon, los anunciantes oficiales de Chile.
Además, han mostrado interés en participar de la Expo representantes de los ministerios de Energía, Minería, Agricultura, de la Mujer y distintas unidades de Cancillería, entre otros, además de Sernatur, Corfo, Invest Chile o Fundación Chile, por ejemplo.
Con una superficie de aproximadamente 600 metros cuadrados, el pabellón nacional estará ubicado a la entrada del ala de la movilidad -junto a Francia, Corea del Sur y Perú, entre otros- y representa una Base Antártica, que contrasta con el desierto del Medio Oriente y hace un guiño al iceberg que Chile presentó en la Expo Sevilla de 1992.
El diseño original pasó a ser una estructura de color rojo que puede ser vista desde el metro y la autopista de acceso a la feria. Está siendo construído por una empresa local y supervisado por la oficina comercial de ProChile, por lo que nadie se ha trasladado desde Chile para montar el pabellón.
El 1 de septiembre terminaría la construcción del mismo, y en su interior habrá tres áreas temáticas: seguridad alimentaria y logística, sustentabilidad y energías renovables, e innovación y emprendimiento. El fuerte está pensado presencialmente, pero quienes no puedan asistir podrán conectarse a seminarios y workshops virtuales.
“Tomando las medidas de resguardo exigidas y gracias a la conectividad digital esperamos que nadie se quede sin la posibilidad de ser parte de esta gran oportunidad”, dice Kimber, quien agrega que el sector privado apunta a acceder a nuevos mercados, pues el intercambio con Medio Oriente, África y Sur de Asia (Menasa) ha sido “poco explorado por Chile”.
O’Ryan plantea que “estamos confiados en que la Expo representa la mejor plataforma posible para conectar a los exportadores nacionales con importadores de Menasa y de todo el mundo para ampliar su red de contactos, llegando a más mercados, potenciando su oferta y permitiéndoles seguir creciendo”.