Por: Álvaro Vergara, Diario Financiero
Hace un par de años el ecosistema de educación no encontraba tan obvia la necesidad de digitalizarse, pero hoy se ha convertido en un tema de supervivencia. Un colegio que no admite alumnos en línea, no cobra online, no se comunica con la comunidad de manera remota, ni entrega clases virtuales, “este año derechamente desapareció”, asegura Ariel Gringaus, emprendedor Endeavor y CEO de Colegium, plataforma digital chilena para la administración de establecimientos educativos.
El escenario de la crisis sanitaria ha significado que las EdTech, emprendimientos que combinan educación y tecnología, crecieran y optaran por diversificar sus servicios para hacer frente a las nuevas demandas que impuso la pandemia y la aceleración digital del ecosistema educativo.
Es el caso de Colegium, creador de SchoolNet, logró un aumento de un 415% en el uso de sus plataformas de comunicación y recaudación en línea para colegios durante el primer semestre. Además, adquirió Pencil, una Edtech colombiana que le permitirá ampliar su servicio de gestión a jardines infantiles y establecimientos de educación preescolar.
Gringaus señala que en los últimos años Colegium ha registrado crecimientos de dos dígitos y la proyección para 2020 es un alza de 15 veces en siete años.
Un segundo ejemplo es el PleIQ, EdTech chilena que desarrolla cuadernos interactivos con realidad aumentada para educación preescolar con sistemas de inteligencia artificial y aprendizaje adaptativo. A principios de 2020 contaba con 10 mil usuarios registrados en Latinoamérica y a la fecha ya alcanza los 100 mil.
“La industria EdTech, históricamente y a nivel mundial, nunca había crecido tanto como en este año. Las empresas hemos logrado avanzar y crecer en un año lo que teníamos planificado para cinco años”, grafica Antonio Da Rocha, director de Educación de PleIQ.
Cuenta que el 80% de sus clientes está en Chile y adelanta que están creando una propuesta pedagógica de “educación aumentada”, que incluye un modelo de aula inteligente capaz de transformar las escuelas en “colegios 4.0”.
Turnitin, empresa nacida en Estados Unidos, es otra EdTech que ha registrado un alza en las ventas este año. Con una familia de soluciones inteligentes que pretenden prevenir malas conductas académicas, como el plagio, tienen presencia global en 15 mil instituciones en 140 países, incluyendo Ecuador, Colombia, Perú, Chile, México y Brasil en Latinoamérica.
Durante los últimos meses han lanzado nuevas soluciones para complementar su portafolio, como Gradescope, un software que automatiza la calificación de evaluaciones en línea y presenciales, que entrega mayores insights a los profesores sobre las áreas que debe reforzar en sus estudiantes.
“La pandemia ha sido una época de mucha experimentación y adaptación para las instituciones educativas, con un montón de cambios que han venido para quedarse y donde la tecnología cobrará cada vez más relevancia”, sostiene María Belén Correa, gerente de Postventa y Servicios Educativos de Turnitin.
Añade que lo han visto desde la perspectiva de nuevas implementaciones en instituciones “que tenían planes más lejanos de digitalización, y también desde aquellas que quizá estaban más preparadas pero que de todas maneras han debido profundizar el uso de este tipo de herramientas”, dice.
Sistema mixto
Ahora bien, para Gringaus, de Colegium, lo presencial “sigue siendo irreemplazable”, sobre todo en cursos más chicos y pensando en temáticas que requieren movimiento o algún tipo de interacción física, como el deporte o la música.
En ese sentido, plantea que de aquí en adelante veremos un sistema mixto, que combinará la enseñanza virtual con la presencial. “Antes la tecnología era ajena a la sala de clases y a la función docente, pero en los próximos años el sistema de tareas y evaluaciones online, por ejemplo, podrá mantenerse y mezclarse sin problemas con las actividades presenciales”, dice.
Para eso, Da Rocha, de PleIQ, cree necesario que se sigan desarrollando tanto tecnologías como pedagogías emergentes, “porque el cambio no se da solamente incorporando herramientas tecnológicas sino que se requiere también de un nuevo enfoque y una nueva metodología de enseñanza”, añadiendo que, en ese sentido, la clave está en el aprendizaje ubicuo, “el aprender donde quieras, cuando quieras y cuanto quieras”.