Por: Vicente Vera V., Diario Financiero
La Asociación de Empresas Familiares (AEF), compuesto por 50 entidades que administran las fortunas de familias de alto patrimonio, realizó a mediados de agosto una encuesta para conocer las preocupaciones de los family office y cómo están invirtiendo en tiempos de pandemia.
Sobre los principales riesgos de 2020 y 2021, el 74,4% de los encuestados mencionó la inestabilidad política como principal factor.
El presidente del capítulo AEF Family Office, Arturo Palma, explicó que esta fuente de preocupación de los family office socios de la AEF “es la incertidumbre asociada a los procesos electorales, específicamente al próximo plebiscito constitucional. Nos estamos enfrentando a lo que pueden ser cambios en los pilares del ordenamiento jurídico y económico del país”.
Los problemas de orden público y la crisis económica acapararon el 61% de las preferencias entre los encuestados como otros factores de riesgo.
A menos de dos semanas del primer aniversario de la crisis social, Palma mencionó que “es fundamental fortalecer la capacidad de diálogo y entendimiento entre los distintos actores del país -gobierno, Congreso, organizaciones sociales, empresas, entre otros- pues sólo así se pueden establecer mínimos comunes para avanzar y generar paz social”.
Así, llamó a los actores de todos los sectores a incentivar el diseño de políticas públicas que fortalezcan la filantropía del sector privado.
Pese a los factores de riesgo mencionados por los family offices y los efectos del Covid-19, los grandes patrimonios del mercado local siguen invirtiendo.
De manera abrumadora, el sector inmobiliario y el financiero son las áreas en las que mayoritariamente han estado destinando recursos con un 84,1% y 81,7% respectivamente, de acuerdo al sondeo.
Al podio entró en tercer lugar las inversiones en venture capital con 15,9%.
Respecto a la aparición del capital de riesgo como una de las opciones de los family office, Palma indicó que “están apareciendo múltiples alternativas que consolidan esta mirada asociada a la rentabilidad financiera y también social. El desafío es difundir estos instrumentos y las experiencias que estos reportan y sumar a más family offices en estas iniciativas”.
De hecho, una de cada tres oficinas familiares declaró realizar inversiones con impacto social o medioambiental que incluyen un retorno financiero. Mientras que un 27% mencionó que por el momento aún no materializan proyectos de impacto, pero están en evaluación.
En cuanto a la estrategia de inversiones, un 68,3% declaró estar buscando crecer en el extranjero que permitan diversificar el portafolio.
La segunda opción con mayor preferencia es privilegiar la rentabilidad económica para proteger el patrimonio familiar con un 61% de las menciones.
En tanto, un 57,3% apuntó que buscan invertir en proyectos donde puedan involucrarse.
La entrada de las nuevas generaciones está ayudando a fortalecer la diversificación de los portafolios de este tipo de firmas.
Así, el 50% mencionó que los nuevos integrantes de las familias que ingresan al negocio han ayudado a promover las inversiones; un 22% manifestó que están fomentando inversiones asociadas a nuevos emprendimientos; y, un 13% a promover inversiones sostenibles.
Esto queda reflejado con que un 61% afirmó estar de acuerdo que las inversiones de impacto generan puentes de comunicación con las nuevas generaciones.
Además, un 62% admitió que las inversiones con impacto social están siendo empujadas por las nuevas generaciones.
La crisis sanitaria también ha tenido efectos al momento de materializar las inversiones. Un 39% de los encuestados afirmó que dada la pandemia, no ha realizado nuevas inversiones y ha mantenido su portafolio.
Otro 39% reconoció que sus fichas las ha puesto en renta variable y un 26,8% encontró refugió en renta fija.
Para los family offices que salieron de las fronteras a invertir, el destino preferente es Estados Unidos con un 75,6%. Desde la AEF expresaron que esto se debe al mejor desempeño económico de la principal economía del mundo y refugio común en momentos de crisis.
En segundo lugar, aparece Chile con un 46,3%, sobrepasando a Europa, Asia y el resto de América Latina entre las preferencias.
Al momento de hacer las proyecciones económicas para 2021, la mayoría de los consultados respondió que el crecimiento en Chile no superará el 3%. De hecho, 37,8% se inclinó que el rango estará entre el 2% y 2,9% y un 13,4% cree que incluso será menos de un 2%.