Por: Sofía Neumann, Diario Financiero
Desde hace un par de años varias empresas están incursionando en transformación digital, no obstante, los esfuerzos no han decantado en cambios estructurales. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Transformación Digital en Empresas Chilenas” del Laboratorio de Estudios en I+D+i Empresarial del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini -con apoyo de Corfo- que encuestó a gerencias y subgerencias vinculadas a la transformación digital de 262 firmas locales.
El sondeo -que se realizó entre agosto de 2019 y febrero de este año- es el primer estudio de la entidad en esta materia, el cual busca identificar las principales percepciones, brechas y capacidades -digitales y organizacionales- en transformación digital.
Para llevarlo a cabo se adaptó una metodología del International Institute for Management Development (IMD) que analiza tres indicadores: el tiempo en que se perciben los cambios, los recursos y barreras percibidas respecto a cómo abordar la disrupción digital al interior de la empresa y las percepciones sobre el impacto que estos cambios tienen en la industria. También se estudiaron variables asociadas a las capacidades y actitudes de las compañías para comprender su definición estratégica y capacidades desarrolladas para abordarla.
La líder del estudio y coordinadora ejecutiva del Laboratorio de Estudios I+D+i Empresarial del Centro de Innovación UC, Trinidad Álvarez, cuenta que si bien el 80% de las empresas de la muestra cree que el impacto de la transformación digital será alto y más del 70% dice contar con una estrategia formal, esto no se traduce en una estructura organizacional, factor clave para apalancar la estrategia y una transformación verdadera.
“Una estrategia obliga a hacer cambios organizacionales para que permee dentro de las empresas. Si la estrategia de transformación digital es relevante para el negocio se debe ver en la estructura organizacional, ese es el choque que vemos, no hay coherencia”, sostiene Álvarez.
De acuerdo al sondeo, casi la mitad de las firmas no cuenta con estructuras formales y áreas exclusivas vinculadas a la transformación digital, donde se apoye la estrategia. Un fenómeno, que se da -explica- porque ejecutar cambios estructurales requiere cambios culturales, un ámbito de las organizaciones donde aún hay barreras.
“En muchos casos esto no existe o es muy débil, a pesar de que se declara contar con la estrategia. Hay barreras culturales y también son decisiones costosas. A veces, restructurar equipos es un cambio invasivo”, afirma.
Álvarez advierte que esta situación afecta la eficiencia y genera pérdidas de recursos, “porque hacen grandes esfuerzos, pero no llegan a las metas que se plantean en la estrategia”.
Para revertir este escenario, Álvarez plantea que las empresas deben ampliar su visión de la transformación digital y evaluar por qué el modelo de negocio la requiere y asignar la tarea a un alto ejecutivo o a un área exclusiva.
También afirma que la pandemia ha acelerado los procesos de transformación digital, probablemente obligando a las empresas a incorporar un componente digital al negocio, apresurando cambios estructurales a través de reorganizaciones.
“Muchas firmas han tenido que reducir sus trabajadores y esto también abre una oportunidad de reorganización de los talentos requeridos”, dice.