Por: Sofía Neumann, Diario Financiero
La pandemia encendió las alarmas en el Observatorio Sociedad Digital de Unegocios de la Facultad de Negocios (FEN) de la Universidad de Chile. La entidad decidió explorar lo preparadas que están las empresas locales para enfrentar los desafíos del futuro. Un futuro, que según el director del Observatorio de Sociedad Digital, Cristián Maulén, está cada vez más cerca debido a la aceleración de la digitalización.
Esta inquietud decantó en la primera versión del “Future Index” que se presenta hoy miércoles y que reveló que solo seis de cada 100 empresas locales analizadas reúne las condiciones para hacer frente a los cambios del futuro. La mayoría aún no tiene suficiente madurez digital y tampoco usa datos.
“Cuando decimos que el futuro llegó es porque las empresas se tienen que adaptar lo más rápido, el futuro es hoy. Las organizaciones no están preparadas para administrar tecnologías disruptivas”, dice Maulén.
El estudio consideró respuestas de 366 líderes empresariales de 200 compañías -31% son grandes y 69% son Micro, Pequeñas y Medianas (Mipyme)-, en seis dimensiones: Gobierno de Datos (capacidad de gestionar y disponibilizar información de terceros y propia); Madurez Digital (tener modelos de negocio digitales); Agilidad (capacidad de responder rápida y eficientemente); Anticipación (capacidad de visualizar escenarios futuros); Adaptabilidad (capacidad de mantener un proceso de aprendizaje continuo) y Liderazgo Futuro (tener líderes organizacionales con intención de probar nuevas cosas).
A partir de estas dimensiones se construyó un “Índice de Adaptabilidad al Futuro (IAF)” que identificó cuatro estados en los que están las empresas: 24,9% están en la categoría “Desadaptadas”, 50% en “Incipientes”, 18,9% en “Favorables” y 6,3% en “Líderes”.
Maulén comenta que la cifra más relevadora del estudio es el porcentaje de empresas “Desadaptadas”, es decir, que cuentan con un nivel precario en construcción de escenarios de futuro, con sistemas rígidos y poco eficientes para responder a necesidades emergentes, lo que determina que estén en un estado prematuro para la transformación digital. Esto genera que tengan más probabilidad de perder competitividad, lo que podría provocar que desaparezcan en el mediano plazo, explica.
“Me sorprendí de que las desadaptadas llegaran a casi 25%. Sus principales brechas son la Adaptabilidad, Gobierno de Datos, Liderazgo Futuro y Madurez Digital. Viven centradas en servicios estándar con productos, no desarrollan nuevas fronteras. Les da menos competencia y tienen una fuerte pérdida de rentabilidad”, afirma.
Construcción, energía y educación son las industrias con empresas más “Desadaptadas”, ya que “generan activos tangibles de mayor envergadura, hay una atención natural hacia estos, más que a los activos intangibles. Con los cambios del mundo deberían girar hacia una cultura más centrada en el cliente para generar nuevos procesos de transformación digital”, dice Maulén.
El estudio plantea que los principales desafíos para las organizaciones que están en este grupo, pasan por invertir el tiempo adecuado para contribuir en proyectos innovadores, guiados principalmente por la “voz del cliente” y tener líderes que promuevan una visión estratégica de largo plazo.
El sondeo también analizó el tamaño de las empresas “Desadaptadas” y concluyó que este grupo está compuesto por un 56% de firmas de mayor tamaño, lo que plantea que las Mipyme corren con “ventaja” sobre las grandes, en adaptabilidad al futuro.
Maulén señala que la ventaja comparativa de las más pequeñas radica en su agilidad. “Se mueven más rápido, el desafío viene en cómo las empresas grandes y chicas generen simbiosis, como la banca con FinTech”, afirma Maulén.