Por: Rocío Vargas Suárez, Diario Financiero
En Chile recién comienza a discutirse la hoja de ruta de la economía circular, mientras en varios países europeos está en la agenda pública hace décadas. Uno de sus exponentes es Ken Webster, exjefe de innovación de la Fundación Ellen McCarthur y actual director del Society of Circular Economy (IS4CE) de la University of Exeter en Reino Unido, quien expuso sus ideas en el encuentro “Innovación 2050: Economía Circular”, organizado por Centro de Innovación UC.
El investigador británico, en entrevista con DF, plantea que la economía circular es un cambio en la producción, la fabricación y la disposición a tener un ciclo productivo y positivo en el que los materiales son “como nutrientes, que alimentan el sistema, no un desperdicio para ser tratado” y por otro lado, “se trata de extender la vida útil del producto para que lo tengamos en servicio por más tiempo”.
Dice que la economía circular tiene potencial para nuevos modelos de negocio, como vender productos como servicios, o un producto con un paquete de mantenimiento en lugar de vender un bien. Sin embargo, señala que en el caso del arriendo de bicicletas o scooters, la “economía colaborativa es una idea potencialmente excelente para la economía, pero por el momento, no está ahorrando ningún tipo de recursos”.
-¿Por qué ocurre?
-Por ejemplo, en Pensilvania, se hizo un estudio que plantea que los scooters deben durar al menos seis meses para generar dinero y mucho más para asegurarse de que es un servicio útil que ahorra recursos. Pero descubrieron que sólo duraron unos tres meses antes de que fueran destruidos, dañados, vandalizados o arrojados al río. Entonces, no sólo es un fracaso en términos de economía circular, sino también en recursos, porque, además, recorrer toda la ciudad para recuperar los scooters consumía mucha energía de combustibles fósiles.
Existen modelos comerciales disruptivos que sugieren una economía circular al pasar de productos a servicios y usar menos materiales, componentes y energía. Pero aún no se ha llegado ahí todavía, veremos más de eso debido a lo digital.
-¿La pandemia puede impulsar una economía circular, y más rápido?
-Con el coronavirus, nos dimos cuenta que no producíamos mucho en Gran Bretaña. ¿De dónde sacas las mascarillas? ¿Cómo se consiguió todo el equipamiento de protección personal? Tenemos que importar todo desde Turquía o China. Hagámoslo nosotros. Usemos los materiales que tenemos a mano para generar productos también. Por lo tanto, es probable que haya ideas sobre materiales estratégicos y componentes que deberían recibir un impulso si se fabrican en casa.
Además, si la economía no va a crecer muy bien, es necesario proporcionar oportunidades a las personas para participar en ella y que puedan hacerlo con lo que tienen a su alrededor.
-¿Hay interés en las industrias en aplicar economía circular en sus procesos productivos?
-En el mundo financiero, la fuerza dominante son los valores de los activos, el mantenimiento de los valores de los activos. Ahora, las grandes empresas o los grandes inversionistas podrían estar interesados en fabricar productos, componentes, materiales, parte de una clase de activos por los que pueden cobrar por uso. Por ejemplo, una empresa minera muy grande está analizando cómo podría ser parte de toda la cadena de materiales. Se podría alquilar el cobre -digamos que es cobre-, dejar que se use y obtener una pequeña tarifa o una regalía todo el tiempo. Y cuando el cobre está terminado, vuelve a la empresa para reprocesarlo.
Apple ya lo está explorando con el oro en sus iPhones. Pagarán a una empresa para reprocesar el oro, no lo venderán ni lo volverán a comprar. Los vertederos de desechos electrónicos contienen más metales preciosos que los campos petroleros. No parece una idea tan descabellada ser parte de un cuerpo completo llamado cadena de responsabilidad total por productos.
La economía circular puede ser interesante para aquellos que quieren poseer rentas económicas, porque se puede controlar el acceso a los componentes de los productos y materiales, y servicios. Es interesante porque el cambio climático puede estar presionándonos para que no podamos producir de la manera en que solíamos hacerlo.
-¿Cómo se impulsa la transición hacia una economía circular?
-Impuestos, y la política fiscal tiene mucho que ver con eso. En otras palabras, un impuesto y un gasto. En la mayoría de los países en los que he trabajado, muchos de los impuestos son sobre la renta o el consumo y no sobre el capital, no sobre los recursos o el desperdicio. A menudo están subvencionando la eliminación de recursos o desechos.
Así que tienes que hacerte la pregunta, si quieres que se emplee a más personas, ¿por qué les gravas? Grava otra cosa. No necesariamente apliques menos impuestos, sino aplícalos en otra cosa. Algo que no quieras tanto, como desperdicios o energía (no renovable)”.