Por: Daniel Vizcarra, Diario Financiero
Ha pasado una semana desde que el Presidente Sebastián Piñera promulgó la nueva Ley de Portabilidad Financiera, pero hasta el momento no se han despejado algunas dudas de cómo van a operar concretamente las instituciones bajo el nuevo marco legal. En el mercado esperan que el reglamento de la ley, el que se trabaja en los ministerios de Hacienda y Economía, resuelva las preguntas que todavía giran en torno a la portabilidad.
La nueva legislación, que estará vigente 90 días después de su publicación en el Diario Oficial -algo que no debería pasar más allá de esta semana-, busca que personas y PYME puedan cambiarse con mayor rapidez entre un banco y otro, trasladando fácilmente productos financieros como cuentas corrientes, tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios, de consumo y automotrices.
Para el socio de Palma Edwards Veszpremy, Javier Edwards, la ejecución de la portabilidad financiera dependerá de la situación crediticia de los clientes y la evaluación que realicen los bancos.
“Una cosa es tener la posibilidad de cambiarse de banco y otra, es todo el conjunto de normas que determinan la evaluación de un cliente del punto de vista de su capacidad de que crédito, la que esta está determinada por la capacidad de pago que tiene el deudor y ofrecer las garantías de acuerdo con la evaluación de riesgo que tenga ese cliente”, explica Edwards.
El abogado añade que “el sistema va a funcionar en la medida que las evaluaciones de riesgo lo permitan”.
En esa línea, agrega que la portabilidad dependerá de la situación financiera de cada uno de los clientes.
“Mientras más complejo sea el estado financiero de esa persona, la portabilidad va a ser más difícil. Una cosa es que se abran las puertas para ofrecer condiciones, pero lo otro es que las entidades vayan a asumir carteras más complejas”, acota.
Así, la viabilidad de la portabilidad respecto de cada cliente ya sea persona natural o persona jurídica, será analizada con lupa por parte de la banca.
El abogado y socio de García Nadal, Esteban García, visualiza eventuales diferencias en los informes de tasación entre los bancos, cuando un cliente quiera portar sus deudas hipotecarias a otra entidad.
“Se pueden provocar algunos problemas con la tasación que hayan hecho del estudio de título de un banco, porque puede que este que no resulte suficiente o satisfactorio para el nuevo proveedor”, apunta.
Agrega que el nuevo proveedor financiero podría solicitar nuevos estudios de tasación, ya que podrían tener criterios diferentes y con ello afectar la portabilidad de un cliente.
“Podría pasar que el banco al que se quiere cambiar un determinado cliente pueda querer una nueva tasación, ya que podría considerar que la que realizó la otra institución financiera no es suficiente. Le pueden surgir dudas de un informe”, explica.
“Es muy importante que las tasaciones estén bien hechas, porque la maquinaria es de muy alto valor, podría suceder que en algunos casos el nuevo banco requiera una nueva tasación”, concluye García.