Por: Isabel Ramos Jeldres, Diario Financiero
¿Es posible eliminar el sesgo al momento de enfrentar un proceso de contratación laboral? Para Oracle, la respuesta es sí. Este año, la empresa de tecnología implementó un sistema de contratación inédito en Latinoamérica, que llamó Gen O.
La firma hizo una convocatoria a través de redes sociales en busca de talentos que quisieran sumarse a sus filas, con el único requisito de estar cursando el último año de estudios en la universidad. No hubo requisito de edad, ni de carrera, sólo se le pidió a los postulantes que expresaran en un video corto por qué querían unirse a Oracle, por qué los valores de la empresa conectaban con ellos y qué harían estando en la compañía.
A esos videos se les aplicó tecnología para enmascarar el género y la carrera. Los mejores postulantes pasaron a las siguientes rondas. Una vez finalizado el proceso, se incorporó a 62 personas en toda la región.
Ese caso fue presentado por Sandra Guazzotti, senior vice president MCA de Oracle Latin America, en la Semana de la Mujer de APEC, que se desarrolló la semana pasada en La Serena.
“Producto de este sistema tuvimos más alta participación de mujeres en la contratación. En el shortlist no sabíamos el género, ni el colegio ni las universidades, ni las carreras que estaban estudiando, ni la edad. Ese universo con el que trabajamos, ya venía sin bias. Eso cambia radicalmente la práctica de mirar un curriculum que viene con nombre, apellido, edad y profesión”, explicó en entrevista con DF.
Como resultado, “contratamos a gente de carreras, colegios y universidades que nunca habíamos contratado, de distintas edades. En Brasil compitieron padre e hijo por el mismo rol y quedó el papá, por ejemplo”, agregó Guazzotti, quien también es presidenta de Amcham Chile.
“Esto no sólo elimina el bias, sino que permite el ingreso de personas con distintas miradas y al tener distintas miradas tú puedes convertir a tu organización en una mucho más orientada en la innovación y todos sabemos que la innovación está estrechamente ligada a la productividad”.
La ejecutiva participó en el panel “Reduciendo las barreras para la integración de las mujeres en la economía”, en el marco de un diálogo público -privado sobre la mujer y la economía.
Según cifras del Foro Económico Mundial, citadas por la ejecutiva, para el año 2025 más de la mitad de las tareas en los lugares de trabajo van a ser automatizadas.
“Estamos en una época en que cada vez más el hombre y la máquina vamos a tener que trabajar juntos. En este contexto, hay cifras que indican que van a desaparecer 75 millones de puestos de trabajo a nivel global. Pero también se van a crear muchos más puestos de trabajo en relación a estas nuevas tecnologías, cerca de 133 millones de cupos a nivel mundial”.
El problema, afirmó, es que en este nuevo escenario laboral, la mujer está en desventaja. La mayoría de estos puestos de trabajo que se van a crear en los próximos cinco años están relacionados con las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, su sigla en inglés) y sólo 1 de cada 4 estudiantes que postulan a estas carreras es mujer.
Para Guazzotti, disminuir la brecha requiere de un trabajo colaborativo del sector público, del privado y de la academia. En el caso del mundo privado, se necesita “que las empresas cambiemos profundamente la manera en que contratamos, en que entrenamos y promovemos a nuestro talento”.
En eso también está trabajando. “En Amcham, por segundo año consecutivo, tenemos un programa de mentoría a través de nuestro comité de mercado laboral del futuro. Lo que hacemos es que empresas en Chile, que pueden ser multinacionales, americanas o chilenas, que tienen mejores prácticas y que ya tienen programas de diversidad e inclusión adelantados, mentorean a otras compañías que están en etapas más iniciales, que están armando programas, replanteando el tema”, explicó.
Este año, ya hay 50 empresas participando, entre alumnas y mentoras. “Estamos muy contentos con el resultado”, destacó.