Por: Sebastián Valdenegro, Diario Financiero
El mercado laboral en Chile está bajo presión. En el país, hay un debate abierto respecto al impacto del flujo migratorio en el empleo, el que hasta ahora -según ha evidenciado el Banco Central- ha mantenido a raya la desocupación, pero a su vez también el incremento de los salarios, a medida que los nuevos ciudadanos se insertan en empleos más acordes con su calificación.
Hay otra tendencia que se está evidenciando en el país: la automatización. O sea, que las mejoras en tecnología llevarán al reemplazo de trabajadores por máquinas, proceso cuya gradualidad e impacto es sujeto de debate en todo el mundo.
El Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC) realizó su propia estimación. Los resultados serán dados a conocer en el seminario “Mercado laboral para la Cuarta Revolución Industrial”, que se realizará el 10 de julio y en que el participarán el presidente de la CPC, Alfonso Swett, el director del Sence, Juan Manuel Santa Cruz, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y un representante de la CUT a definir.
El trabajo, cuyos autores son los investigadores Juan Bravo, Hans Schlechter y Agustín García, sotiene que la probabilidad de automatización de un empleo promedio en el país es de 42,2%, mientras que un 17% de los ocupados presenta un alto riesgo de ser reemplazado por una máquina en sus labores.
Los investigadores utilizaron un modelo predictivo de aprendizaje supervisado para clasificación binaria, tomando la literatura internacional y usando algoritmos para aplicar las estimaciones al mercado chileno local. Esto, tomando cifras de la encuesta Casen 2017 y apoyándose en la encuesta de la OCDE Evaluación Internacional de las Competencias para Adultos (Piaac, por sus siglas en inglés).
Entre los trabajos que citan Schlechter, Bravo y García, están Frey y Osborne (2017), que estiman que un 47% de los empleos en Estados Unidos son susceptibles de ser reemplazados; Arntz, Gregory y Zierahn (2016), que hablan de 9% en los 21 países de la OCDE; y Nedelkoska y Quintini (2018), que concluyen que en Chile la probabilidad promedio de automatización es 52%, sobre el 47% de la OCDE.
“El trabajo abre una gran oportunidad para debatir sobre la automatización y ver las opciones de mejorar las políticas públicas en capacitación laboral”, señala el director de Clapes UC, Hernán de Solminihac, quien inaugurará el seminario.
Por género, los hombres exhiben un mayor riesgo de automatización que las mujeres (18,8% versus 14,7%, respectivamente), en tanto que los trabajadores en el rango etario entre 35 y 44 años son los más expuestos a ser reemplazados en sus trabajos por la tecnología.
Por quintiles de ingreso, los intermedios (2 al 4) muestran una probabilidad de automatización de alrededor del 43%, mientras que en el primero (el 20% más de menores ingresos de la población) alcanza un 41,8%. El 20% más rico (quintil 5) es el menos expuesto. La proporción de puestos de trabajo en alto riesgo por cada segmento de ingreso oscila entre 12% 20%.
En términos de capacitación, quienes poseen un bajo nivel educativo tienen una mayor probabilidad de ser reemplazados por la tecnología, con un 11% de las plazas laborales con un alto riesgo de perderse. En el segmento de mediana calificación la situación es igualmente compleja, ya que si bien su riesgo promedio de automatización es de 40%, la proporción de plazas laborales que presenta una alta probabilidad de ser reemplazable supera el 26%.
Por sector económico, Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones es por lejos el rubro más expuesto, tanto en probabilidad promedio de automatización como en porcentaje de trabajos en riesgo. Luego lo siguen la Agricultura, la Pesca, la Explotación de Minas y Canteras, e Intermediación Financieras, todas con probabilidades de ser afectadas sobre el 50%.