Por: Gestión
Llega un punto en la vida de una persona en donde las tarjetas de crédito dejan de ser un mito y se pregunta: “¿por qué no?”.
Sin embargo, un gran detalle que se escucha por aquí y allá se refiere al récord o historial crediticio. Suena importante, y de hecho lo es. Por ello, Gestón explica de qué trata y por qué lo repiten hasta el hartazgo.
Primero, existen las centrales de riesgo. Estas evalúan si conviene prestar dinero o no. Es decir, qué tan probable es que quien recibe el crédito cumpla con sus obligaciones financieras. Y las tarjetas de crédito son una suerte de préstamo.
“Se entiende por récord crediticio a la calificación que una persona mantiene ante las centrales de riesgo, producto de su comportamiento en el pago de sus obligaciones”, señaló Eva Céspedes, gerente de Relaciones con el Consumidor de Asbanc.
La forma más sencilla de observar este comportamiento es a través del pago de sus deudas, si está al día o qué tanto se retrasa.
Si presenta una demora mayor a ocho días, comenzará a ser calificado:
– Con problemas potenciales: 9 a 30 días.
– Deficiente: 31 a 60 días.
– Dudoso: 61 a 120 días.
– Pérdida: más de 120 días.
El récord crediticio tiene una función principal, que las empresas sepan si usted acostumbra a cumplir con el pago de sus deudas, criterio importante al momento de solicitar un crédito.
Obviamente, cuando recién comienza a incursionar en el mundo financiero, no ha construido nada del historial. Y recuerde, este es un punto importante que diversas entidades consideran para aprobar un crédito para, digamos, comprar un departamento o vehículo.
” El historial crediticio se construye, en primer lugar, contratando productos activos (préstamos, tarjetas de créditos, entre otros) y nuestra conducta respecto al pago, determina la calificación”, apuntó la experta.
Claro que uno no está exento de problemas, y puede que se atrase con sus obligaciones. En ese caso, tendrá una mala calificación. Pero no es el fin del mundo. También se puede solucionar.
La opción más sencilla es pagar la deuda.
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